La Terapia Craneosacral se basa en
el principio de la existencia de una pulsación rítmica sutil que emerge en los
tejidos y fluidos del núcleo del cuerpo, que se denomina Impulso Rítmico
Craneal .
Este impulso puede ser percibido
como un movimiento respiratorio sutil en todas las estructuras que componen el
sistema craneosacral (encéfalo, médula espinal, liquido cefalorraquídeo,
meninges, huesos craneales, pelvis y sacro), y se transmite también a todos los
órganos y tejidos corporales.
La potencia y calidad con que emerge
y se transmite este impulso a todo el organismo determina su estado de salud y
vitalidad.
¿CÓMO FUNCIONA? Durante la
sesión el cliente siente el contacto ligero de las manos del terapeuta
entrenado en escuchar los movimientos sutiles del cuerpo, sus ritmos,
pulsaciones y patrones de congestión y
resistencia. Esta escucha
proporciona información importante sobre el funcionamiento de la persona en su
totalidad.
En respuesta a golpes físicos, o
tensiones, problemas emocionales, etc. los tejidos del cuerpo se contraen. En
ocasiones, esta contracción - sobre todo si el golpe ha sido fuerte o el trauma
emocional intenso - queda contenida en el cuerpo, limitando su buen
funcionamiento, y creando restricciones que provocan problemas que pueden durar
años. El movimiento craneosacral las refleja como áreas de congestión o
restricción. Un terapeuta entrenado puede percibirlas, identificar su origen y
trabajar con ellas.
El terapeuta utiliza sus manos para
reflejar al cuerpo del cliente el patrón que está conteniendo; al hacerlo, éste
tiene la oportunidad de soltar ese patrón restrictivo y encontrar una nueva
forma de organizarse.
El complejo cuerpo-mente es un
sistema espontáneamente autoorganizado que, al recibir la información correcta
de su propio desequilibrio, tiene la capacidad de equilibrarse por sí mismo.
Siguiendo este principio
fundamental, el terapeuta nunca impone nada sobre el cuerpo de la persona, ni
fuerza a su organismo a hacer algo para lo que todavía no está preparado. Es el
mismo sistema del cliente el que lleva la directriz de su proceso de curación.
El terapeuta craneosacral sintoniza con su sabiduría interna y su inteligencia
corporal y sigue las pautas que le indican.
Cuando se liberan las tensiones, se
libera también la energía que antes se utilizaba para mantener la contracción.
Por lo tanto, uno de los beneficios de esta forma de terapia corporal es
aumentar nuestro nivel de energía, pudiendo también producir una relajación más
profunda.
Una parte integral de este trabajo
es la toma de conciencia del propio proceso vital.
Generalmente es necesario realizar
una serie de sesiones para obtener todos los efectos beneficiosos que esta
terapia puede ofrecer.
¿ A QUIEN PUEDE BENEFICIAR? La terapia craneosacral es tan suave y segura que es apropiada para
personas de todas las edades, desde ancianos hasta niños y bebés, así como
durante el embarazo y posparto, después de una operación, un accidente o en
condiciones de fragilidad.
Al tratarse de una terapia global de
todo el cuerpo, puede ayudar a las personas con casi cualquier condición,
incrementando su vitalidad y permitiendo utilizar sus propios recursos de autocuración.
El énfasis del trabajo radica en
acompañar a la persona a restablecer su expresión de salud.
La siguiente lista muestra algunas
de las condiciones, entre otras que no nombramos, que pueden responder
favorablemente a la terapia craneosacral.
• Alergias • Alteraciones de la
ATM
• Ansiedad
• Artritis
• Artrosis
• Asma
• Bronquitis
• Ciática
• Depresión
• Diabetes
• Dificultad en el embarazo
• Dolor articular
• Dolor y tensión
• Escoliosis
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• Estrés • Hernias
• Hiper o hipotiroidismo
• Hiperactividad
• Insomnio
• Lesiones deportivas
• Lumbago
• Migrañas
• Neuralgias
• Parálisis facial
• Problemas digestivos
• Secuelas de accidentes
• Sinusitis
• Zumbido en los oídos
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