El
estrés, el temor, la ansiedad…¡ si comenzamos a enumerar todos los
momentos de la vida en que hemos experimentado estas emociones, podemos
perder la cuenta! La ansiedad ante el resultado de un examen o por la
reacción de nuestros padres ante nuestras calificaciones; los nervios
del día de la primera cita o del primer día de trabajo – todos hemos
pasado por momentos como éstos. Un poco de temor es normal; en realidad,
es como la sal en la comida, se necesita de modo que permanezcamos
atentos, disciplinados, enfocados y dinámicos.
El problema comienza cuando este temor se hace persistente y tan
intimidante como para comenzar a interferir en nuestra vida diaria.
Entonces se convierte en un problema de ansiedad, un estado de inquietud
excesiva, o de temor a lo desconocido, lo cual necesita ser tratado, y
es aquí donde el yoga puede ayudar.