La depresión post-vacacional es un
síndrome que experimenta mucha gente al finalizar sus vacaciones y
reincorporarse a sus puestos de trabajo. Aunque los psicólogos y psiquiatras no
se ponen de acuerdo acerca de si debe considerarse como tal, se trata de un
síndrome que suele presentar unos síntomas muy parecidos a los de una depresión
clínica: sensación de apatía, desánimo, irritabilidad, dificultad para
relacionarse con los demás, insomnio, etc. En casos graves puede llegar a
provocar estados de ansiedad, trastornos digestivos y taquicardias.
¿Por
qué se produce?
El principal causante de la depresión
post-vacacional es la vuelta al trabajo después de un prolongado periodo de
vacaciones, aunque el cambio en los horarios y la modificación de las horas de
sueño contribuyen también. Los días de ocio y disfrute dan paso a las largas
jornadas laborales y a las responsabilidades, por lo que es lógico y normal que
una persona se sienta un poco desanimada. El verdadero problema surge cuando
esa sensación de desánimo generalizado se prolonga demasiado en el tiempo, por
norma general durante más de dos semanas.
Tómate
el primer día con filosofía,
de nada te servirá lamentarte y
amargarte sin sentido. En lugar de pensar en lo bien que te lo pasaste en
vacaciones y lo duro y triste que resulta estar de vuelta en el trabajo tómate
tu primer día de trabajo como una jornada laboral más. Así conseguirás quitarle
dramatismo al asunto. Por otra parte, no olvides que la