Aprende las
respiraciones de parto
Le ayudarás a nacer
Cada vez que inhalas y espiras, le
proporcionas a tu pequeño su dosis de oxígeno, algo fundamental para su bienestar durante el parto.
Además, ese ir y venir de aire en tus pulmones te ayudará a relajarte, a
controlar mejor el dolor y a llevar a tu bebé fuera del útero. Te explicamos cómo respirar en cada fase del parto.
Aprende a respirar según la intensidad de la contracción y el
momento del parto: fase de dilatación o de expulsión.
Una parte fundamental de los cursos de preparación al parto que seguirás durante el embarazo, consiste en aprender la práctica correcta de los distintos tipos de respiración para cada fase del mismo. Existen varios esquemas de respiración, pero
• Empieza la contracción: marca cierto ritmo inspirando suavemente por la nariz y espirando con
calma.
• Aumenta la intensidad de la contracción: inspira pequeñas cantidades de aire y expúlsalo por la boca, o toma una
buena cantidad por la nariz y exhala dosificándolo en cuatro tiempos por la
boca.
• Las contracciones son más fuertes: es el momento de las respiraciones torácicas rápidas para controlar el dolor
y mandar mucho oxígeno al bebé. Se hace tomando aire en un tiempo y
expulsándolo por la boca en otro.
• Para reprimir las ganas de empujar: si aún no has dilatado lo suficiente y la matrona no te da permiso para
empujar, respira soltando el aire con un soplido prolongado o usa el jadeo. No
conviene abusar de esta respiración porque te cansarás y te puedes marear.
• Para la expulsión: llena los
pulmones de aire al máximo cuando empieces a sentir la contracción y empuja
mientras expulsas el aire. Después, procura relajarte y respirar lenta y
profundamente antes de la siguiente contracción.