Aunque a veces es difícil verlo, el origen del sufrimiento no está en cómo SON las situaciones o personas. No está en cómo ES la vida. Está en cómo nosotros reaccionamos ante ESA REALIDAD QUE YA ES. y más concretamente, en nuestra negación a aceptar las cosas tal como SON.
Y esto es así tanto para las pequeñas cosas o situaciones cotidianas (frustraciones en el trabajo, con nuestra pareja, hijos, amigos, etc) como para situaciones más difíciles que afectan a nuestra vida (enfermedades, pérdidas, etc).
Negar lo que ya ES y no aceptarlo nos embarca y mantiene en una guerra en la que perdemos el 100% de las batallas. ¿Existe alguna lógica en negar lo que ya ES? Si algo ya ha sucedido, ¿qué sentido tiene negarlo o no aceptarlo? ¿acaso dejará de ser así?