Asanas: Los asanas son determinadas posturas que el cuerpo adopta para
influir de manera beneficiosa sobre todos sus órganos y glándulas,
sobre el sistema neuromuscular, sobre funciones muy diversas, sobre las
energías, armonizando también la función mental.
Los asanas o posturas corporales benefician todos
los sistemas del cuerpo: el circulatorio, el respiratorio, el
digestivo, el endocrino y el nervioso, ninguno queda desatendido.
Curso de Formación del Dr Miguel Fraile, “La práctica del Yoga físico tiene tres
fundamentos básicos que condicionan su realización. Todo asana o postura
debe ser establecida y mantenida en base a tres características: inmovilidad,
duración y relajación. El asana debe mantenerse con inmovilidad absoluta
física y mental; igualmente debe mantenerse el mayor tiempo posible, y
encontrando siempre el mayor grado de relajación muscular que el practicante
pueda obtener”.
Estros tres principios están en la
base de la fundamentación terapeutica del yoga.
No obstante para la realización del Asana debemos considerar dos fases: Fase Dinámica y Fase Estática.
La fase dinámica para entrar y salir
de la fase estática.
Yo opino que ambas son importantes y
deben realizarse con los mismos principios. En el caso de la fase
dinámica la inmovilidad se explica como atención mental a las sensaciones de la
construcción de la postura.
Mientras reflexionamos sobre los
aspectos que constituyen un Asana podemos preguntarnos desde una óptica occidental
con un punto de vista fisiológico:
La flexibilidad es vida y la rigidez es muerte.
LA COLUMNA
VERTEBRAL
Soporte
general de todo el organismo, su buen estado es fundamental, no solamente desde
el punto de vista osteomuscular, sino también porque todos los órganos y
vísceras dependen de un buen funcionamiento de ella.
Las
estructuras básicas son las vértebras, separadas entre sí por los discos
intervertebrales (sustancias de tipo cartilaginoso), que posibilitan la
movilidad entre ellas.
Movilizar,
estimular, estirar, incrementar la flexibilidad de todas estas estructuras
(incluidas los ligamentos anterior, posterior y los pequeños músculos que de
forma oblicua unen las vértebras (musculatura vertebral), favorece el
funcionamiento de la columna vertebral y por lo tanto del resto del organismo.
Los discos intervertebrales. Cuando hay alguna alteración en ellos y desaparecen, se juntan las vértebras
unas con otras y se forma una nueva articulación de tipo degenerativo
entre los huesos, que es la artrosis.
Cuando hay
hernia de disco, de desplazan, van perdiendo consistencia hasta que
desaparecen. Causas; la edad, falta de movilidad y en las mujeres a
consecuencia de la osteoporosis.
A través del
masaje por presión y descompresión, que implica las posturas del Yoga, se logra
mantener un buen nivel de hidratación y evitar el envejecimiento y
ruptura del disco y empeorar la estática de la columna vertebral.
Las apófisis espinosas (cara posterior de la columna).
Protegen la columna vertebral de las lesiones. Tienen
distintas angulaciones, muy inclinadas en la zona cervical y hacia abajo y se
van poniendo planas hasta llegar a la zona lumbar donde son casi completamente
horizontales.
Los nervios. Estirar las
raíces nerviosas es bueno por implica una mejor nivel de hidratación y
elasticidad de la estructura mielínica que envuelve y protege el nervio, y por
lo tanto un mejor funcionamiento del sistema nervioso.
La pérdida
de la envoltura de la mielina de las raíces nerviosas, produce lo que se
conocen como “enfermedades desmielinizantes”: la esclerosis en placas, la
esclerosis lateral amiotrófica y las coreas.
¿Como podemos clasificar los Asanas?
(FLEXIONES
HACIA ADELANTE) FLEXION ANTERIOR
Estiramiento del ligamento vertebral posterior y de las raíces nerviosas
sensitivas que recorren la cara posterior de la columna vertebral. Se comprimen
los discos intervertebrales por la parte anterior y se abren por la parte
posterior.
La apertura de las vértebras hace que los discos intervertebrales, que son de
materia esponjosa, se abran y se dilaten. Se mejora la sensibilidad del cuerpo.
Manteniendo los pies juntos se favorece el estiramiento del nervio ciático.
Estiramiento ligamento vertebral anterior y raíces nerviosas motoras,
compresión discos intervertebrales en su parte posterior y se abren por la
parte anterior.
Efecto muy profundo sobre la columna lumbar. Se ejerce presión sobre los
riñones.
En la columna lumbar hay un conjunto de nervios que forman la cola de caballo,
cuando hay afecciones de la cola de caballo hay repercusiones sobre la
sensibilidad y motilidad de las piernas.
El nervio ciático sale de la
columna lumbar y regula la motilidad y la sensibilidad de las piernas.
Manteniendo los talones juntos se favorece el estiramiento de este nervio.
Movilización
del riñón contrario a la pierna sobre la que se hace la flexión, aumentando el
riego de sangre a los riñones, fundamental para mantener el equilibrio de la
tensión arterial, evitando de esta manera que se incremente la enzima
angiotensina-I, que tiene como efecto secundario el aumento de la tensión
arterial.
Mejora la capacidad de dilatación del tórax, la capacidad respiratoria, por la
apertura y el estiramiento de la musculatura intercostal, los pequeños músculos
situados entre las costillas, que hacen que la caja torácica se dilate.
TORSIÓN
Estiramiento músculos que de forma oblicua unen las vértebras unas con otras
(musculatura paravertebral), responsable del mantenimiento de la estática de la
columna vertebral.
Favorece la hidratación de los discos intervertebrales.
Profundo masaje sobre todo el contenido abdominal.
Al colocar a nuestro cuerpo de forma invertida, la gravedad produce en él efectos contrarios a los ordinarios. Muchos de los procesos que dependen de nuestra postura ordinaria invierten su dirección, y nuestro cuerpo encuentra una forma de estimulación nueva y fresca, que produce excelentes beneficios a todo nivel. Incluso, a menudo, se les considera el grupo de asanas más benéfico.
Al estar de cabeza, la sangre fluye de forma revertida, nutriendo la
parte superior de nuestro cuerpo, especialmente el cerebro y las
neuronas, y elimina las toxinas de esta área. Además, la sangre de las
piernas vuelve al corazón y lo baña, estimulando su funcionamiento;
luego viaja los pulmones y posteriormente puede recircular purificada
por todo el cuerpo. En este proceso, además, la sangre masajea y
estimula profundamente a los órganos internos que encuentra a su paso, y
así el estómago, páncreas, hígado y los riñones optimizan su
funcionamiento. Todo este conjunto de efectos es excelente para la
salud.
Este proceso también estimula a la glándula pituitaria, produciendo
que el sistema endocrino opere de modo más eficiente, y esto se refleja
en nuestro metabolismo e incluso en nuestra forma de pensar. De hecho,
se dice que los asanas invertidos producen incluso una nueva forma de
pensar o de enfocar nuestra mente en un asunto.
Por su parte, la respiración se vuelve profunda, lo que maximiza el
intercambio de oxígeno por dióxido de carbono. Además alienta una forma
correcta de respirar que puede ser incorporada a nuestra vida diaria.
La respiración profunda y correcta también tranquiliza nuestra mente, ya
que el estrés está asociado a una respiración corta y principalmente
con la parte superior del pecho en lugar de utilizar el abdomen.
Beneficios espirituales de las posturas invertidas
Si bien sus beneficios a nivel físico son realmente buenos, aun más
sorprendentes pueden resultar los que ocurren a nivel energético.
Al invertir el cuerpo no solo invertimos el flujo normal de nuestra
sangre, sino que volteamos también el flujo del prana, o nuestra energía
vital. El prana, que en la mayoría de nosotros se encuentra concentrada
en los chakras más bajos como svadhisthana o muladhara,
encuentra un estímulo para recircular hacia nuestros chakras
superiores, sobre todo sahasrara, ajna o vishuddha, dependiendo sobre
todo del asana practicado. Este proceso, por el cual la energía de los
chakras inferiores es redirigida hacia los chakras superiores, o
transformada de energía sexual a energía espiritual, es llamado en Yoga
“sublimación”.
Por lo tanto, los asanas invertidos son excelentes si queremos abrir
el espíritu, mejorar nuestra concentración y meditación, agudizar
nuestro intelecto, estimular la pureza en nosotros o sintonizar con la
creatividad; todos ellos cualidades de los chakras superiores. En
general, dirigiendo la energía hacia “arriba” poco a poco podemos
empezar a explorar niveles desconocidos de nuestra mente, sobre todo si
lo combinamos con otro tipo de prácticas que estimulen estos chakras,
como otras prácticas de sublimación, y sobre todo, meditación.
A su vez, al redirigir nuestra energía hacia “arriba” estamos
equilibrando el exceso de energía sexual acumulada o la intensidad de
nuestras emociones, entre otras características de los chakras
inferiores. Se trata de una transformación de la energía “baja” en
energía “alta”, proceso que es una de las piedras angulares del Tantra,
que a diferencia de ramas yóguicas más tradicionales no niega la energía
“baja” sino que la utiliza para transformarla en energía espiritual.
Contraindicaciones: si sufres de presión alta,
problemas de la espalda (especialmente discos vertebrales desplazados) o
de alguna enfermedad que cause impurezas en la sangre, consulta con tu
profesor de yoga antes de realizar la postura invertida