jueves, 11 de junio de 2015

ASANAS DE YOGA Y SU EFECTO SOBRE LA COLUMNA VERTEBRAL, SEGUN LAS DISTINTAS FLEXIONES. CENTRO DE YOGA Y RELAJACION MAITREYA. ALCORCON








Asanas: Los asanas son determinadas posturas que el cuerpo adopta para  influir de manera beneficiosa sobre todos sus órganos y glándulas, sobre el sistema neuromuscular, sobre funciones muy diversas, sobre las energías,  armonizando también la función mental.
 
Los asanas o posturas corporales benefician todos los sistemas del cuerpo: el circulatorio, el respiratorio, el digestivo, el endocrino y el nervioso, ninguno queda desatendido. 

Curso de Formación del Dr Miguel Fraile, “La práctica del Yoga físico tiene tres fundamentos básicos que condicionan su realización.  Todo asana o postura debe ser establecida y mantenida en base a tres características: inmovilidad, duración y relajación.  El asana debe mantenerse con inmovilidad absoluta física y mental; igualmente debe mantenerse el mayor tiempo posible, y encontrando siempre el mayor grado de relajación muscular que el practicante pueda obtener”.
Estros tres principios están en la base de la fundamentación terapeutica del yoga.

No obstante para la realización del Asana debemos considerar dos fases: Fase Dinámica y Fase Estática.
La fase dinámica para entrar y salir de la fase estática. 
Yo opino que ambas son importantes y deben realizarse con los mismos principios.  En el caso de la fase dinámica la inmovilidad se explica como atención mental a las sensaciones de la construcción de la postura.
Mientras reflexionamos sobre los aspectos que constituyen un Asana podemos preguntarnos desde una óptica occidental con un punto de vista fisiológico:
                                           
                                       

 La flexibilidad es vida y la rigidez es muerte.
LA COLUMNA VERTEBRAL

Soporte general de todo el organismo, su buen estado es fundamental, no solamente desde el punto de vista osteomuscular, sino también porque todos los órganos y vísceras dependen de un buen funcionamiento  de ella.

Las estructuras básicas son las vértebras, separadas entre sí por los discos intervertebrales (sustancias de tipo cartilaginoso), que posibilitan la movilidad entre ellas.

Movilizar, estimular, estirar, incrementar la flexibilidad de todas estas estructuras (incluidas los ligamentos anterior, posterior y los pequeños músculos que de forma oblicua unen las vértebras (musculatura vertebral), favorece el funcionamiento de la columna vertebral y por lo tanto del resto del organismo.

Los discos intervertebrales. Cuando hay alguna alteración en ellos y desaparecen, se juntan las vértebras unas con otras y se forma  una nueva articulación de tipo degenerativo entre los huesos, que es la artrosis.

Cuando hay hernia de disco, de desplazan, van perdiendo consistencia hasta que desaparecen. Causas; la edad, falta de movilidad y en las mujeres a consecuencia de la osteoporosis.

A través del masaje por presión y descompresión, que implica las posturas del Yoga, se logra mantener un buen nivel de hidratación y evitar el envejecimiento  y ruptura del disco y empeorar la estática de la columna vertebral.

Las apófisis espinosas (cara posterior de la columna). Protegen la columna vertebral de las lesiones. Tienen distintas angulaciones, muy inclinadas en la zona cervical y hacia abajo y se van poniendo planas hasta llegar a la zona lumbar donde son casi completamente horizontales.

 Los nervios. Estirar las raíces nerviosas es bueno por implica una mejor nivel de hidratación y elasticidad de la estructura mielínica que envuelve y protege el nervio, y por lo tanto un mejor funcionamiento del sistema nervioso.

La pérdida de la envoltura de la mielina de las raíces nerviosas, produce lo que se conocen como “enfermedades desmielinizantes”: la esclerosis en placas, la esclerosis lateral amiotrófica y las coreas.
   
               ¿Como podemos clasificar los Asanas?
 (FLEXIONES HACIA ADELANTE) FLEXION ANTERIOR
         Estiramiento del ligamento vertebral posterior y de las raíces nerviosas sensitivas que recorren la cara posterior de la columna vertebral. Se comprimen los discos intervertebrales por la parte anterior y se abren por la parte posterior.

         La apertura de las vértebras hace que los discos intervertebrales, que son de materia esponjosa, se abran y se dilaten. Se mejora la sensibilidad del cuerpo.

         Manteniendo los pies juntos se favorece el estiramiento del nervio ciático.

FLEXIÓN POSTERIOR (FLEXIONES HACIA ATRÁS)

         Estiramiento ligamento vertebral anterior y raíces nerviosas motoras, compresión discos intervertebrales en su parte posterior y se abren por la parte anterior.

         Efecto muy profundo sobre la columna lumbar. Se ejerce presión sobre los riñones.

         En la columna lumbar hay un conjunto de nervios que forman la cola de caballo, cuando hay afecciones de la cola de caballo hay repercusiones sobre la sensibilidad y motilidad de las piernas.

         El nervio ciático sale de la columna lumbar y regula la motilidad y la sensibilidad de las piernas. Manteniendo los talones juntos se favorece el estiramiento de este nervio.

FLEXIÓN ANTERIOR OBLICUA (HACIA ADELANTE)

Movilización del riñón contrario a la pierna sobre la que se hace la flexión, aumentando el riego de sangre a los riñones, fundamental para mantener el equilibrio de la tensión arterial, evitando de esta manera que se incremente la enzima angiotensina-I, que tiene como efecto secundario el aumento de la tensión arterial.

FLEXIÓN LATERAL

       Mejora la capacidad de dilatación del tórax, la capacidad respiratoria, por la apertura y el estiramiento de la musculatura intercostal, los pequeños músculos situados entre las costillas, que hacen que la caja torácica se dilate.

TORSIÓN
 
         Estiramiento músculos que de forma oblicua unen las vértebras unas con otras (musculatura paravertebral), responsable del mantenimiento de la estática de la columna vertebral.
 Favorece la hidratación de los discos intervertebrales.
 Profundo masaje sobre todo el contenido abdominal.





Posturas invertidas

Al colocar a nuestro cuerpo de forma invertida, la gravedad produce en él efectos contrarios a los ordinarios.  Muchos de los procesos que dependen de nuestra postura ordinaria invierten su dirección, y nuestro cuerpo encuentra una forma de estimulación nueva y fresca, que produce excelentes beneficios a todo nivel.  Incluso, a menudo, se les considera el grupo de asanas más benéfico.
Al estar de cabeza, la sangre fluye de forma revertida, nutriendo la parte superior de nuestro cuerpo, especialmente el cerebro y las neuronas, y elimina las toxinas de esta área. Además, la sangre de las piernas vuelve al corazón y lo baña, estimulando su funcionamiento; luego viaja los pulmones y posteriormente puede recircular purificada por todo el cuerpo. En este proceso, además, la sangre masajea y estimula profundamente a los órganos internos que encuentra a su paso, y así el estómago, páncreas, hígado y los riñones optimizan su funcionamiento.  Todo este conjunto de efectos es excelente para la salud.
Este proceso también estimula a la glándula pituitaria, produciendo que el sistema endocrino opere de modo más eficiente, y esto se refleja en nuestro metabolismo e incluso en nuestra forma de pensar.  De hecho, se dice que los asanas invertidos producen incluso una nueva forma de pensar o de enfocar nuestra mente en un asunto.
Por su parte, la respiración se vuelve profunda, lo que maximiza el intercambio de oxígeno por dióxido de carbono. Además alienta una forma correcta de respirar que puede ser incorporada a nuestra vida diaria.  La respiración profunda y correcta también tranquiliza nuestra mente, ya que el estrés está asociado a una respiración corta y principalmente con la parte superior del pecho en lugar de utilizar el abdomen.

Beneficios espirituales de las posturas invertidas

Si bien sus beneficios a nivel físico son realmente buenos, aun más sorprendentes pueden resultar los que ocurren a nivel energético.
Al invertir el cuerpo no solo invertimos el flujo normal de nuestra sangre, sino que volteamos también el flujo del prana, o nuestra energía vital. El prana, que en la mayoría de nosotros se encuentra concentrada en los chakras más bajos como svadhisthana o muladhara, encuentra un estímulo para recircular hacia nuestros chakras superiores, sobre todo sahasrara, ajna o vishuddha, dependiendo sobre todo del asana practicado. Este proceso, por el cual la energía de los chakras inferiores es redirigida hacia los chakras superiores, o transformada de energía sexual a energía espiritual, es llamado en Yoga “sublimación”.
Por lo tanto, los asanas invertidos son excelentes si queremos abrir el espíritu, mejorar nuestra concentración y meditación, agudizar nuestro intelecto, estimular la pureza en nosotros o sintonizar con la creatividad; todos ellos cualidades de los chakras superiores. En general, dirigiendo la energía hacia “arriba” poco a poco podemos empezar a explorar niveles desconocidos de nuestra mente, sobre todo si lo combinamos con otro tipo de prácticas que estimulen estos chakras, como otras prácticas de sublimación, y sobre todo, meditación.
A su vez, al redirigir nuestra energía hacia “arriba” estamos equilibrando el exceso de energía sexual acumulada o la intensidad de nuestras emociones, entre otras características de los chakras inferiores.  Se trata de una transformación de la energía “baja” en energía “alta”, proceso que es una de las piedras angulares del Tantra, que a diferencia de ramas yóguicas más tradicionales no niega la energía “baja” sino que la utiliza para transformarla en energía espiritual.

Contraindicaciones: si sufres de presión alta, problemas de la espalda (especialmente discos vertebrales desplazados) o de alguna enfermedad que cause impurezas en la sangre, consulta con tu profesor de yoga antes de realizar la postura invertida