ENFERMEDAD
CELIACA SEGÚN EL AYURVEDA angeles@castell
La enfermedad celiaca (también llamada enteropatía por
gluten, celiaquía, sprue celiaco o intolerancia al gluten) es un trastorno poco
común causado por intolerancia al gluten, un componente del trigo, el centeno,
el cebada y la avena ó sea todos los panes y pastas que los contenga. Se
calcula que en Estados Unidos una persona de cada cinco mil sufre de esta
enfermedad. El gluten contiene una proteína llamada alfa-gliadina.
En las personas que tienen enfermedad celiaca, esta
proteína produce una reacción
en la mucosidad que recubre el intestino. La
vellosidad que recubre el intestino delgado sufre daño y destrucción, lo cual
afecta a la capacidad del organismo de absorber nutrientes vitales. La mala
absorción se convierte en un problema grave y la pérdida de vitaminas,
minerales y calorías conduce a la malnutrición, a pesar de una dieta adecuada.
La diarrea complica aún más el problema. Como la enfermedad celiaca altera la
digestión, pueden desarrollarse alergias a algunos alimentos.
La enfermedad celiaca afecta tanto a los adultos como
a los niños y puede presentarse a cualquier edad. Suele aparecer cuando al niño
se le dan cereales por primera vez, alrededor de los tres o cuatro meses de
edad. Los primeros síntomas son diarrea, pérdida de peso y deficiencias
nutricionales, como anemia.
Otros síntomas son náuseas, inflamación abdominal;
deposiciones abundantes, fétidas y a menudo pálidas y/o ligeramente amarillosas
que flotan; depresión, fatiga, irritabilidad, calambres musculares y pérdida
muscular, y dolor en las articulaciones y/o en los huesos.
Los infantes y los niños pueden presentar problemas de
crecimiento, vómito e intenso escozor en la piel, al igual que una erupción
cutánea roja y pruriginosa llamada dermatitis herpetiforme. Los bebés que
tienen enfermedad celiaca suelen perder peso o aumentar de peso más lentamente
de lo normal. Los infantes pueden presentar inapetencia, gases y deposiciones
fétidas. Además, se ven anémicos y mal nutridos, y se le pueden desarrollar úlceras
en la boca.
Como esta es una enfermedad muy poco frecuente y
muchos médicos no conocen la diversidad de síntomas que se relacionan con la
intolerancia al gluten, a menudo diagnostican mal la enfermedad
celiaca. Por ejemplo, se suele diagnosticar equivocadamente
como síndrome de intestino irritable o como colon espástico. Incluso ha habido
casos de médicos incapaces de diagnosticar la enfermedad que han remitido sus
pacientes a consulta psiquiátrica. Muchas personas deben esperar largo tiempo
antes de obtener un diagnóstico correcto, y no es raro que ellas mismas
faciliten su diagnóstico gracias a que han oído o leído cosas que les han
permitido identificar su propia enfermedad.
Sin embargo, cuando no se trata, la enfermedad celiaca
se vuelve grave y pone en peligro la vida del paciente. Algunas de las
dolencias que pueden complicar a largo plazo la enfermedad celiaca son:
Enfermedad de los huesos
Alteración de los sistemas nerviosos central y
periférico
Hemorragia interna
Enfermedad del páncreas
Infertilidad
Aborto espontáneo
Trastornos ginecológicos
La enfermedad celiaca también aumenta el riesgo de
desarrollar linfoma intestinal (linfoma no hodgkin) y otros crecimientos
malignos en el intestino.
Algunos trastornos auto-inmunes se han asociado con
esta enfermedad, entre ellos:
Dermatitis herpetiforme
Enfermedad renal (nefrosis)
Sarcoidosis (formación de lesiones en los pulmones,
los huesos, la piel y otros órganos)
Diabetes mellitus dependiente de la insulina
Lupus eritematoso sistémico
Enfermedad de la tiroides Y, pocas veces:
Hepatitis activa crónica
Esclerodermia
Miastenia grave
Enfermedad de Addison
Artritis reumatoide
Síndrome de Sjogren.
Ahora, las últimas investigaciones, además de develar
por qué el gluten llega a las capas profundas del intestino, han permitido
desarrollar unas tiras analíticas que identifican la presencia de gluten y
dictaminan si un alimento es apto o no para celiacos. Posiblemente en México
aun no se encuentren. Esa oferta es en la Unión Europea y EUA.
Para que se produzca una reacción de
hipersensibilidad, es preciso que el gluten penetre en profundidad, hasta
llegar a las células submucosas del intestino delgado, que es el lugar en donde
se desencadena la respuesta inmunológica.
A pesar que el mecanismo que produce la enfermedad es
bien conocido, lo cierto es que había algunas lagunas que todavía no tenían
respuesta. En un estudio publicado recientemente en la revista
Gastroenterology, un grupo de investigadores de la Universidad de Maryland
(EUA) ha identificando el mecanismo por el cual el gluten puede llegar hasta
las capas profundas del intestino.
¿Que otros síntomas produce?
Los pacientes pueden presentar síntomas a cualquier
edad, desde los primeros meses de vida y hasta la edad adulta. Los síntomas
suelen ser asociados al sistema gastrointestinal, pero también se manifiestan
en otros órganos.
Frecuentemente se presenta diarrea, distensión
abdominal, flatulencia (gases), dolor abdominal, náuseas, estreñimiento o
detención de crecimiento, pero también se pueden presentar síntomas como
dolores articulares, desmineralización de huesos (con fracturas), dolores de
cabeza, dermatitis, cansancio excesivo, depresión o anemia no explicada por
otras causas.
La Enfermedad Celiaca tardía puede producir síntomas
como menopausia precoz, abortos espontáneos, infertilidad e impotencia
¿Por que se
producen estos sintomas?
Es una enfermedad de tipo inmunológico, lo que quiere
decir que se produce una reacción inmunológica en el organismo como forma de
rechazo al gluten, lo cual produce inflamación de la mucosa del intestino, lo
que lleva a “aplanar” las vellosidades intestinales.
Estas son pequeñas protrusiones de mucosa que realizan
funciones de absorción de las sustancias de los alimentos. Por esto, si esas
protrusiones disminuyen, no se absorben los carbohidratos, las grasas, las
proteínas y otros nutrientes como el hierro. Así que muchos de los síntomas son
debidos a la falta de absorción de estas sustancias al organismo o de la
reacción inmunológica en otros órganos.
Hasta hace unos años, la enfermedad celiaca se
consideraba una enfermedad rara, pero hoy es conocido que la padece
aproximadamente el 1% de la población, aunque se sospecha que la cifra podría
ser mucho mayor dados los casos en que se presenta de forma poco clara.
El diagnóstico de la enfermedad se basa en la
combinación de datos clínicos, resultados analíticos y hallazgos
característicos en la biopsia del intestino delgado. La respuesta a la dieta
sin gluten también es otro punto que corrobora el diagnóstico. Además, en este
momento, el único tratamiento conocido es la dieta sin gluten.
LA DETECCIoN
PRECOZ
En el niño pequeño, los síntomas intestinales y el
retraso de crecimiento, sobre todo si se acompañan de irritabilidad y anorexia,
constituyen un cuadro clínico sugestivo de EC.
En el niño mayor y en el adolescente, el hallazgo de
un retraso de talla o de la pubertad, así como una anemia ferropénica o un
incremento en los marcadores de función hepática (transaminasas) sin otra
justificación, obliga a descartar la existencia de enfermedad celíaca.
En adultos, la presentación típica de diarrea crónica
con clínica de mala absorción es inusual. Es más frecuente en la actualidad la
presencia de síntomas poco específicos.
La probabilidad de padecer una Enfermedad Celiaca
aumenta en determinados grupos de riesgo. Primordialmente, los familiares de
primer grado, determinadas enfermedades autoinmunes (diabetes tipo I e
hipotiroidismo) y algunas cromosomopatías, como el síndrome de Down.
El enfermo visitado por numerosos especialistas y sometido
a diversas exploraciones, diagnosticado “sólo” de un trastorno funcional,
merece una especial atención, en particular, si además refiere una historia de
aftas bucales, astenia, irritabilidad o depresión.
La Enfermedad Celiaca debe incluirse en el diagnóstico
diferencial de los pacientes con dispepsia acompañada de saciedad precoz y
plenitud postprandial, especialmente si asocian flatulencia, hinchazón y
meteorismo. La sospecha debe ser firmemente considerada cuando los síntomas son
crónicos y recurrentes y no han respondido adecuadamente a ningún tratamiento
empírico.
Los pacientes con diarrea acuosa crónica e
intermitente y que han sido catalogados de síndrome de intestino irritable
deben ser revisados de forma minuciosa. La coexistencia de flatulencia o
distensión abdominal y deposiciones mezcladas con abundante gas (explosivas)
obliga a considerar la posibilidad de una EC. El estreñimiento crónico no es un
síntoma excluyente de padecer la EC.
Las situaciones siguientes, sin explicación
demostrable, obligan a valorar el diagnóstico de EC: mujeres en edad fértil con
anemia ferropénica, infertilidad y abortos recurren; elevación de
transaminasas; y los que refieren una historia de fracturas ante traumatismos
mínimos o una osteoporosis detectada antes de la menopausia o en un varón
adulto joven.
Los marcadores serológicos (AAtTG) negativos no
permiten excluir el diagnóstico de EC. De hecho, una proporción de pacientes
con enfermedad celíaca, que presentan formas histológicas leves e incluso con
atrofia de vellosidades, no expresan anticuerpos antitransglutaminasa en el
suero.
El estudio genético es útil en el manejo de la
enfermedad celíaca, dado que casi la totalidad de los pacientes celíacos son
HLA-DQ2 o DQ8 positivos. Su determinación tiene utilidad clínica en casos de
pacientes con sospecha clínica bien fundada y estudio serológico negativo. Un
estudio genético negativo excluye casi totalmente la enfermedad celíaca,
evitando con ello pruebas invasivas, incómodas y de mayor coste.
Diagnostico
La enfermedad celiaca puede ser diagnosticada en
presencia de los hallazgos característicos en la biopsia intestinal y mejoría
de los síntomas clínicos o histológicos tras una dieta exenta de gluten. Las
pruebas analíticas serológicas, ayudan a confirmar el diagnóstico. Una biopsia
intestinal puede ser indicada si las determinaciones serológicas apuntan la
posibilidad de enfermedad celiaca o estas son negativas pero la sospecha
clínica es alta.
Las pruebas serológicas que habitualmente se utilizan
en diagnóstico de enfermedad celiaca son:
Anticuerpos frente a gliadina (IgA, IgG).
Anticuerpos frente a endomisio (IgA).
Anticuerpos antitransglutaminasa (IgA).
IgA total.
DIAGNOSTICO
TARDIO
El diagnóstico de la celiaca se demora hasta 12 años
en un adulto dada la enorme diversidad de síntomas. La enfermedad “no posee
síntomas propios sino característicos de carencias nutricionales.” Existen
alertas que atender para sospechar que se puede tener intolerancia al gluten
como “los niños de entre 9 y 24 meses si sufren nauseas, vómitos, diarreas,
distensión abdominal, pérdida de masa muscular y peso, fallo de crecimiento,
laxitud e irritabilidad”.
Con mayor edad es frecuente una talla baja, anemia
ferropénica resistente a tratamiento, raquitismo y problemas de personalidad o
alteraciones del carácter. En el caso del adulto la sospecha se complica. Los
síntomas pueden ser diversos, y van desde “diarrea con mala absorción de
nutrientes, apatía, irritabilidad, depresión, inapetencia, osteoporosis,
fracturas, artritis, colon irritable, estreñimiento, abortos, infertilidad y
menopausia precoz”, entre otros.
En términos generales el siguiente cuadro no pretende
ser completo pero es un buen inicio para el consumidor que padece ó desconfía
que padezca de enfermedad celiaca. Se indican alimentos permitidos y no
permitidos para su consumo:
Otros Especias, colorantes, levadura, bicarbonato,
polvo para hornear, vinagre de arroz y vino (balsámico). Vinagre blanco,
extractos de alcohol, de carne, de soya, catsup, curry, chicles.
ASPECTOS
PARA TENER EN CUENTA
Cuando se sospeche que existe enfermedad celiaca,
comúnmente una biopsia intestinal permite hacer un diagnóstico definitivo.
Cuando a un niño se le llena el cuerpo de vesículas y
úlceras se le deben hacer exámenes para determinar si se trata de enfermedad
celiaca.
Martin F. Kagnoff, M.O., de la Universidad de
California en San Diego, afirma que la herencia es un factor crucial en el
desarrollo de esta enfermedad. También sostiene que el esprúe a veces se
contrae en la infancia pero se desvanece en la adolescencia, y que en algunos
casos vuelve a aparecer en la tercera o cuarta década de la vida. Entre los
factores que pueden desencadenar la enfermedad celiaca están estrés emocional,
trauma físico, infección viral, embarazo o cirugía.
La deficiencia de vitamina K producida por la
enfermedad celiaca puede conducir a hipoprotrombinemia (falta de factores de
coagulación en la sangre). Las bacterias “amigables” del intestino producen una
forma de vitamina K; otra forma de vitamina K se encuentra en algunos
alimentos, especialmente en vegetales hojosos, alfalfa, tomate, fresa, granos
enteros y yogur. Las bacterias del yogur y el acidophilus ayudan a restablecer
la flora intestinal necesaria para la producción de vitamina K.
Un informe publicado en la revista médica inglesa The
Lancet se refirió a una posible relación entre la enfermedad celiaca y la
epilepsia. Teorías sobre la relación entre las dos enfermedades postulan que el
gluten del trigo produce sustancias parecidas a las endorfinas que podrían
afectar al metabolismo cerebral. Otra posibilidad es que la enfermedad celiaca
aumente la permeabilidad intestinal, lo que a su vez facilita la absorción de
sustancias que podrían afectar a la química del cerebro.
Por la deficiencia de lactasa que produce la
enfermedad celiaca, puede ser necesario retirar de la dieta la leche y los
productos a base de leche.
Se ha observado que la esquizofrenia es más frecuente
entre las personas que sufren de enfermedad celiaca.
CONCLUSIÓN
Al escribir este documento, resultado de una amplia
investigación, fue asumida una postura imparcial, mostrando cómo se presenta la
etiología de la enfermedad, cómo se diagnostica y cómo de manera convencional
se pretende tratar.
Por supuesto que no estamos de acuerdo con la biopsia
para el diagnóstico, pero aceptamos tomar las pruebas serológicas (IgA).
Recomiendo la prueba de excluir todos los alimentos con gluten (pan, galletas,
pastas) y verificar la mejoría; practicar yoga; hacer el ritual de purificación
ayurvédica todas las mañanas tal como se enseña en Centro Ayurveda.
Ayurveda, que literalmente significa
"conocimiento de la vida", es la ciencia médica tradicional de la
India. Ayurveda entiende que la enfermedad es el resultado final y natural de
la desarmonía con nuestro medio ambiente. Para crear un estado de salud óptimo
en nuestros cuerpos y mentes, es necesario volver a restablecer la armonía y el
equilibrio. Si bien los métodos ayurvédicos utilizan muchas terapias incluyendo
hierbas, dieta, aromaterapia, cromoterapia, mantras, yoga, la meditación y el
asesoramiento de estilo de vida general, uno de los tratamientos más profundos
es panchakarma.
Panchakarma es la forma tradicional de la desintoxicación
del cuerpo y la mente, lo que facilita el rejuvenecimiento. Se ha utilizado
durante miles de años como un método para mantenerse sano, joven y vital.
Según el Dr. Deepak Chopra MD,
"El valor de panchakarma es que ofrece un tratamiento
sistemático para desalojar y lavar las toxinas de todas las células, utilizando
los mismos órganos de eliminación que el cuerpo naturalmente emplea: glándulas
sudoríparas, vasos sanguíneos, las vías urinarias y los intestinos".
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