El Yoga como Terapia o Yogaterapia
El Yogaterapia o yoga es una terapia milenaria que
combina la respiración con una serie de posturas o Asanas que nos ayudan a
mejorar nuestra salud.


Los beneficios
psicofísicos y energéticos de las técnicas del Yoga son confirmados no sólo por
la experiencia individual sino por estudios científicos que destacan sus
propiedades preventivas y curativas en pacientes con anemia, ansiedad, estrés,
fibromialgia, artrosis, asma, catarros crónicos, cefaleas, diabetes,
pancreatitis crónica, gastritis, úlcera, estreñimiento, colesterol, cáncer de
mama, hipertensión, lumbago, varices...
El Yoga, como
técnica de rehabilitación y de recuperación efectiva, ayuda a romper el círculo
vicioso dolor - tensión - miedo - dolor asociado con las enfermedades crónicas,
enseñando a aceptar la realidad, comprenderla enfermedad y convivir con ella.
El Yoga es la ciencia de la vida, que investiga y experimenta, de manera
consciente y objetiva, el aquí y el ahora.
Yoga (Yogaterapia), toma de conciencia
La aplicación
terapéutica del Yoga (Yogaterapia), con fines preventivos o curativos, propone
una recuperación física, emocional y mental mediante un entrenamiento gradual
para la resistencia, el movimiento y la flexibilidad física, mejorando la
tolerancia al ejercicio, la oxigenación sanguínea y aumentando la vitalidad, la
resistencia y la fortaleza muscular, ósea y articular.
A través de la
relajación y de la observación de la propia experiencia física, las diferentes
técnicas del Yoga se encaminan a la toma de conciencia del propio cuerpo, a
sentir profundamente cada movimientos, siempre de forma gradual, conectado con
el presente e incidiendo en la actitud y el deseo de recuperación.
Según una
investigación realizada recientemente en el hospital inglés de Grantham, tres
sesiones de Yoga (Yogaterapia) semanales durante tres meses fue el tiempo que
necesitaron 30 pacientes diagnosticados de pancreatitis crónica para aumentar
su resistencia al dolor físico intenso provocado por la inflamación del
páncreas sin necesidad de fármacos analgésicos.
Las doce semanas de
práctica continuada de los ejercicios del Yoga (Yogaterapia) lograron minimizar
los efectos del dolor en el perfil psicológico y psiquiátrico de los enfermos
de pancreatitis.
El Yoga (Yogaterapia) mejora la calidad del sueño
Por otra parte, el
Anderson Cancer Center de Houston ha investigado los efectos del Yoga en
mujeres con cáncer de mama que reciben quimioterapia. Tras un mes y medio de
practicar los ejercicios físicos del Yoga (asanas) dos veces a la semana las 61
voluntarias participantes en el estudio confirmaron sentirse menos fatigadas y
tener un mejor funcionamiento físico.
En el año 2004 el
mismo equipo de especialistas realizó otra investigación que concluyó que el Yoga
mejora la calidad del sueño en pacientes con cáncer, sin necesidad de
medicamentos, puesto que reduce los niveles de estrés y ansiedad causados por
el dolor crónico, aumentando las defensas inmunológicas del cuerpo.
De acuerdo con
estudios publicados en la revista Rheumatic Diseases Clinics de Norteamérica
(febrero de 2000) el Yoga también puede aliviar los dolores asociados con la
osteoartrosis. Otra investigación de la Universidad de Stanford sobre
tratamientos complementarios reseña que las técnicas que integran el cuerpo y
la mente, como el Yoga (Yogaterapia), son eficaces como terapias
complementarias en el tratamiento de los trastornos músculo-esqueléticos.
Por su parte, el
Instituto Stress de la Universidad Roosevelt, en Chicago, concluye que el Yoga
reduce el estrés físico e incrementa la relajación y la flexibilidad físicas y
una publicación del Annals of Internal Medicine destaca su efectividad en el
tratamiento de los dolores crónicos en la espalda baja.
Yoga (Yogaterapia) para respirar mejor
Otros enfermos que
también se pueden beneficiar de los efectos psicológicos y físicos del Yoga
(Yogaterapia) son los asmáticos. Esta enfermedad de múltiples nombres (bronco
espasmo, espasmo bronquial, bronquitis asmática, etcétera) se caracteriza por
una hipersensibilidad de los bronquios, que se contraen y se estrechan
produciendo la dificultad respiratoria y los silbidos característicos, a lo que
frecuentemente se le agrega la congestión de las vías aéreas.
La inflamación de
la pared bronquial hace que, además, se produzca una espesa mucosidad que
dificulta el proceso respiratorio y conlleva los ataques de asma. El
Pranayama(técnicas especiales de respiración del Yoga) es una excelente
herramienta para equilibrar y reajustar las funciones fisiológicas así como
energéticas con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas con asma.
También las posturas con extensiones hacia atrás son útiles porque levantan y
abren el pecho.
Precisamente la
Universidad de Chile ha investigado cómo influye el Yoga, y especialmente las
técnicas de respiración, en pacientes con daño crónico del aparato
respiratorio. En concreto, la respiración rápida abdominal (Kapalabhati)
estimula los tejidos del pulmón, relaja los músculos del pecho y revitaliza
todo el organismo. Otro ejercicio, la respiración alterna (Anuloma Viloma),
produce un efecto de calma y serenidad.
Para personas con
trastornos del sistema nervioso central (crisis de angustia, altos índices de
estrés, depresión o trastornos del sueño), la respiración del Yoga (abdominal,
con inhalación y exhalación profunda) ayuda a controlar los estados
emocionales, la armonía y la salud mental, además de reducir los bloqueos
físicos y las tensiones musculares.
Precisamente la
relajación de la estructura muscular es uno de los beneficiosdel Yoga
(Yogaterapia) experimentados por los pacientes confibromialgia. Según algunos
estudios electroencefalográficos realizadosdurante el sueño de un paciente
fibromiálgico, éste mantieneuna actividad similar a las ondas en frecuencia de
alerta (beta) Mediante elaprendizaje de la respiración del Yoga consciente
esposible controlar las frecuencias cerebrales, es decir, desarrollar ondas
alfaque facilitan la calma y permiten un trabajo interior profundo.
Lo que se persigue
al inicio es la elasticidad y movilidad de las articulaciones principales así
como la generación de una "memoria" del movimiento que implica la
actividad de los músculos y su estiramiento gradual. El esfuerzo que se
requiere es mínimo y aumenta progresivamente.
Después de un tiempo,
se pueden ir añadiendo movimientos y posturas sencillas que trabajen partes
específicas del cuerpo y sus correspondientes músculos. Con ello se quiere
recuperar la capacidad para el esfuerzo y la resistencia potenciando la
actividad muscular desde la relajación.