sábado, 6 de septiembre de 2014

YOGA INTEGRAL SIN AÑADIDOS. ALCORCON



               AUTENTICIDAD    DEL YOGA            

"Cuanta razón tiene Ramiro Calle con sus palabras, y "a quien le caiga el guante que se lo chante" y si te duele y molesta es porque algo no estás haciendo bien. Pues la verdad duele.
La gente se deja engatusar por las re-interpretaciones, por las falsificaciones del yoga auténtico. A veces con la excusa de "hacer comunidad", a veces con la excusa de que el yoga debe ser "divertido"  ( y no aburrido) ahora todo se mezcla con el yoga. Yoga y trapecismo y hula hula y cuerda floja, y danza y mañana ya será yoga con
salsa, cumbia y regueton!. Ahora resulta que el yoga debe de ser "entretenimiento". Yoga que de yoga no tiene nada.
En el prologo de un libro de Ramiro escribí el año pasado que "...por mucho tiempo el yoga se fue abriendo paso en Occidente de una forma sutil y elegante, influyendo en los distintos ámbitos de la espiritualidad, la metafísica, el pensamiento y las psicologías del Oeste. Pero siempre manteniendo su pureza, su vastedad, su trayectoria ancestral.
Lamentablemente, debido al ritmo creciente del mundo, la pérdida de valores, el egoísmo, la codicia y en muchos casos la ignorancia, el yoga genuino (en algunos círculos) ha entrado en una etapa de grotesco reduccionismo.
Al respecto mencionaba el respetado indiólogo especializado en Yoga, Georg Feurstein *, que en su paso por Estados Unidos el yoga fue visto como un producto más para el consumidor y que haber hecho esto era una barbaridad para una ciencia tan grande. “Lo que se hizo- decía Feurstein – es hacer el yoga atractivo y agradable al gusto del paladar occidental, desproveyéndolo de su centro, que es el aspecto espiritual.”
Convirtiéndose en un producto para el mercado de los pueblos occidentales,  el “yoga” que hoy se vende y que se practica ya no es yoga.
Conociendo el gran espectro de la psique y la personalidad humana, comprendiendo las técnicas y los métodos para su evolución, el yoga tradicional presentó varias escuelas que aportaban al desarrollo y la evolución integral del individuo, potenciando sus virtudes, su carácter,  y sublimando sus tendencias y cualidades.
Así nacieron las clásicas escuelas del Bhakti-yoga, Jñana-yoga, Radja-yoga, Karma-yoga, Kundalini-yoga, Dhyana-yoga, Nadam-yoga, Mantra-yoga, Hatha-yoga, etcétera.
Todos como puertas y caminos para llegar a una Meta: La realización del Ser, la iluminación. 
En el mundo moderno sin embargo tienes ahora toda clase de yogas adulterados, creados solamente para satisfacer las necesidades del consumismo Occidental: Power Yoga, Yoga dinámico, Surf-Yoga, Yoga de Acróbatas, Yoga de la cuerda floja, y hasta ya mismo habrá salsa-yoga.
Es cierto que puedes bailar salsa y hacer yoga, pero lo que no existe es el salsa-yoga. Es verdad que puedes surfear y practicar yoga, pero no hay yoga-surf o surf-yoga. Es verdad que puedes hacer cuerda floja (slackline) pero es inadecuado hablar del yoga de la cuerda floja, es verdad que puedes hacer acrobacias y también yoga, pero es poco sensato hablar del yoga acróbata.

El Yoga psicofísico o Hatha-yoga por supuesto que nos otorga flexibilidad, balance, fuerza, enfoque, mejora la circulación, la respiración, aporta nuevas dimensiones a la concentración. Hay infinidad de beneficios alternos que suceden a la práctica del mismo, y que nos aportan y apoyan en el camino de nuestra realización interior.
Pero debe siempre quedar claro que las posturas o asanas son una minúscula parte de la gran totalidad del Yoga.
Al dedicarse con ahínco a una práctica sostenida es indudable que nuestra calidad de vida mejorará, en nivel físico, psicológico y espiritual. El abogado será mejor abogado, el ingeniero mejor ingeniero, el surfista mejor surfista, el atleta mejor atleta, el acróbata mejor acróbata, el ama de casa mejor ama de casa.
Pero eso no es razón para que el yoga deba de ser adulterado, mal interpretado o reducido a sus beneficios alternos.
Habiéndose convertido en un bochornoso culto al cuerpo de desmedida atención a una belleza externa y perecedera, centrado en un denso hedonismo (como el caso de muchos de esos yogas adulterados), alejados de la grandeza de la belleza interna que permanece en la eternidad, el yoga moderno es un producto para quemar calorías, un yoga que promueve competencia, reafirmar el ego y que limita su campo de acción a un trabajo que poco dista del pilates, el hacer bicicleta, gimnasia olímpica o hasta físico-culturismo." 
Y lo repetimos, se puede bailar salsa y se puede hacer yoga, pero lo que no existe es el Salsa-yoga o Yoga-Salsa. Pero como dijo Ramiro ¡ya mismo alguien se tomara la idea! Quizá debería patentarla para así ganar regalías.
Vivimos en un mundo donde el "entretenimiento" se ha vuelto lo más importante, donde la Paz, el Silencio y la quietud , joyas y perlas de una vida feliz genuina, han quedado relegadas a segundo, tercero o cuarto plano. 
El Yoga siempre ha sido un método, una técnica para aportar en la vida y en la búsqueda de la Paz y la Quietud interiores. Como dijera Buda: No hay mayor Dicha que la Paz interior. 
Lamentablemente muchas personas solo buscan entretener, vender mejor el producto (asi sea alterandolo ).

El yoga real no busca entretener, el yoga no busca tonificar los glúteos o los muslos. 
El Yoga nos regresa a la Paz y la dicha auténtica, más allá del entretenimiento.