martes, 30 de septiembre de 2014

YOGA ALCORCON: Yoni Mudra Asana para la fertilidad.



                                                  Asana para la fertilidad: Yoni Mudra
                             
Cuando marcamos un Mudra con las manos, hacemos un gesto cuyo propósito es redirigir la energía en nuestro cuerpo para que no se disperse a través de los dedos. Yoni Mudra nos ayuda a invocar la energía primordial o fuente de la creación, que es inherente al útero; suele practicarse ligado a los ciclos vitales de menarquía, menstruación y menopausia, y como una forma de trabajar sobre bloqueos relacionados con la fertilidad.
Podemos combinar los Mudras con las asanas o practicarlos mientras estamos
acostadas, sentadas o caminando. Los instantes antes de saltar de la cama y justo antes de dormirnos son óptimos; el primero porque tiene la potencialidad de crear un halo de protección e intención que nos acompaña a lo largo del día, y el segundo, de impregnar zonas de la consciencia a las que todavía no accedemos.
Elige un momento que se sienta bien. Relaja las manos y ubícalas a la altura del ombligo.
  1. Junta las manos, palma contra palma.
  2. Endereza los dedos índice y pulgar hasta el límite de su estiramiento. Sólo las puntas de los dedos se tocan suavemente entre sí
  3. Entrelaza hacia adentro los dedos medio, anular y pequeño.
  4. Apunta el dedo pulgar en dirección al cielo y el índice en dirección a la tierra. Asegúrate de poner éste último y los tres dedos entrelazados debajo del ombligo.
  5. Cierra los ojos y lleva tu atención de modo envolvente en el área del ombligo.
  6. Desde la posición inicial, mueve las manos hasta apuntar con los dedos índices hacia el corazón físico, a la altura donde se encuentra el chakra Anhata (ver Chakras). Vuelve a la posición inicial.
El contacto entre las puntas de los dedos índices y de los dedos pulgares, intensifica el flujo energético; el entrecruzamiento del resto de los dedos, genera un intercambio cruzado que balancea la energía del cuerpo. El triángulo con el vértice apuntando hacia abajo representa la energía femenina y con el vértice hacia arriba, la masculina; entonces, el movimiento de las manos intensifica el Mudra al fusionar ambas energías.                                                                                                                                                                                
Respira libremente y observa. ¿Con qué intención estás realizando esta práctica?
Esto es clave, pues vivimos nuestras intenciones y a través de ellas accionamos e interpretamos al mundo y a los otros, pero no siempre lo hacemos prestando atención. Por ello, formula una intención conscientemente y en términos positivos, de modo tal que te alinees con tu ser y el instante presente. Cada vez que marques este Mudra, repítela y renuévala si sientes que la alineación es deficiente en algún sentido.
Si concebimos a la fertilidad en sentido amplio, podemos traer Yoni Mudra a nuestras manos cada vez que necesitemos conectar con las energías de vitalidad y creación que se encuentran en nosotras mismas y el Universo.
ARTÍCULOS ESPECIALES
INTRODUCCIÓN A LOS MUDRAS
              Jñana mudra
Gesto psíquico del conocimiento

Siéntese en una postura meditativa cómoda. Doble los dedos índices hasta que lleguen a tocar la base interior del pulgar. Abra y separe ligeramente los otros tres dedos en una posición relajada de la mano. Deje las manos sobre las rodillas, con las palmas hacia abajo. Relaje las manos y los brazos.

            Chin mudra
Gesto psíquico de la consciencia

Se realiza de la misma manera que jñana mudra, con la excepción de que las palmas miran hacia arriba en vez de hacia abajo, de modo que el dorso de la mano queda en  contacto con las rodillas.
Práctica
En términos generales, y si no se especifica otra cosa, estos mudras se adoptan durante la práctica de la meditación.

Beneficios
Aunque son sencillos, constituyen importantes cierres psiconeurales que intensifican las prácticas meditativas. Las palmas y los dedos tienen muchas terminaciones nerviosas que emiten energía constantemente. Cuando las manos se posan sobre las rodillas, éstas se sensibilizan, creando otro circuito que redirige el prana. Además, se estimula un nadi* que va desde las rodillas hasta el perineo, pasando por el interior de los muslos. Se llama "gupta nadi", nadi oculto; éste, a su vez, estimula mooladhara chakra.

Cuando las palmas miran hacia arriba en chin mudra, se abre la zona del pecho; por eso, en ocasiones el practicante experimenta una sensación de ligereza y receptividad que no se da en jñana mudra.

Variantes
Estos dos mudras se practican a menudo con las yemas de los dedos pulgar e índice tocándose, formando un círculo. Para los principiantes, puede ser una postura más inestable en períodos largos de meditación, porque los dedos tienden a separarse cuando se pierde la consciencia corporal. Aparte de esto, esta variación es igual de efectiva que el modelo básico.

Nota práctica
El efecto de estos mudras es muy sutil y se requiere una gran sensibilidad para percibir los cambios de consciencia que tienen lugar con su aplicación. Con la práctica, no obstante, la mente se condiciona y nada más adoptar el mudra, el cerebro recibe la señal y entra en un estado de interiorización.

La palabra "jñana" significa sabiduría o conocimiento, así que "jñana mudra" es el gesto del conocimiento intuitivo. "Chin" deriva de la palabra chit o chitta, la consciencia, así que "chin mudra" es el gesto de la consciencia.

Simbólicamente, los dedos pequeño, anular y medio representan los tres gunas* o cualidades de la naturaleza: tamas o inercia; rajas o actividad y creatividad, y sattva, luminosidad y armonía. Son tres estados que hay que trascender para llegar desde la ignorancia hasta el conocimiento.

El dedo índice representa la consciencia individual, "el jivatman", mientras que el pulgar simboliza la consciencia suprema.

En estos dos mudras, el individuo se inclina ante la consciencia suprema, reconociendo su poder último. Pero aun así, el índice toca el pulgar, simbolizando la unión de los dos y la culminación del yoga.


           Yoni mudra
El gesto de la matriz o del origen

Siéntese en una postura cómoda, con la cabeza y la espalda erguidas. Junte las palmas con los índices rectos y apuntando hacia abajo. Manteniendo unidas las bases de los índices, entrelace los otros tres. Lleve los pulgares hacia arriba y junte las yemas, hasta conseguir la forma de un matriz.
Beneficios
Al entrelazar los dedos, se establece una conexión cruzada de energía entre las manos. Este mudra ayuda a equilibrar la energía en el cuerpo y también en los dos hemisferios cerebrales. Juntar las yemas de los índices y pulgares intensifica el flujo de prana.

Este mudra hace que cuerpo y mente sean más estables en la meditación, desarrollando la concentración y la relajación física interna. Los codos se elevan naturalmente, abriendo el pecho.

Variantes
Se puede practicar sin llevar los otros tres dedos hacia adentro. Los pulgares también se pueden cruzar si se prefiere.

Nota
Yoni mudra invoca la energía primaria, inherente en la matriz u origen de la creación.


        Bhairava mudra
El gesto fiero o terrorífico

Siéntese en una postura meditativa cómoda. Coloque la mano derecha encima de la izquierda, con las dos palmas hacia arriba, y déjelas descansar sobre el regazo. Cierre los ojos y relaje todo el cuerpo.
Variantes
Cuando la mano izquierda se coloca encima de la derecha, se llama bhairavi, y se refiere al aspecto femenino del mudra.

Nota
Nota Bhairava es la forma fiera o terrorífica de Shiva, el aspecto del dios responsable de la disolución del universo. Las dos manos representan los nadis ida y pingala, y la unión del individuo con la consciencia suprema. El bhairava mudra se usa en prana mudra y se puede practicar durante las sesiones de pranayama y meditación.


     Hridaya mudra
El gesto del corazón

Siéntese en una postura cómoda, con la espalda y la cabeza erguidas. Coloque las puntas de los dedos índices en la raíz del pulgar, como en jnaña o chin mudra, y junte las yemas de los dedos medio y anular con el pulgar. El dedo meñique debe permanecer extendido.

Deje las manos en las rodillas con las palmas hacia arriba. Cierre los ojos y relaje todo el cuerpo.
Duración
La práctica puede durar hasta treinta minutos.

Consciencia
Física: en la respiración en el pecho. Espiritual: en anahata chakra.

Beneficios
Beneficios Este mudra redirige el flujo de prana de las manos al área del corazón, aumentando su vitalidad. Los dedos medio y anular están directamente relacionados con nadis conectados al corazón, y el pulgar cierra el circuito pránico y hace de activador. Hridaya mudra es beneficioso para enfermedades coronarias, sobre todo las isquémicas. Al ser muy sencillo, se puede usar en situaciones extremas. El corazón es el centro de la emoción, de manera que este mudra ayuda a liberar emociones reprimidas y alivia las penas del corazón. También se puede practicar durante conflictos emocionales. 

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