EL PAÍS
Contra el estrés, pruebe el
yoga
Los ejecutivos integran esta práctica en su rutina
laboral
BORJA
VILASECA 6-sep.-2009
Póngase cómodo e intente relajarse
un momento. Inhale profundamente. Y exhale despacio. No hay ninguna prisa. ¿De
qué humor se despierta por las mañanas? ¿Qué tal le van sus relaciones
personales y profesionales? ¿Cómo se encuentra cuando regresa del trabajo?
Ahora eche un vistazo a su rutina laboral. Cuando está en la oficina, ¿qué
emociones, sentimientos y estados de ánimo prevalecen más en su interior? ¿El
malestar o el bienestar? ¿El miedo o la confianza? ¿La tristeza o la alegría?
¿El conflicto o la paz? Sea sincero consigo mismo. ¿Cómo se siente con respecto
a su vida?
En definitiva, de lo que se trata es
de responsabilizarse de su bienestar. Al fin y al cabo, es su vida, y si no
apuesta por ella, nadie lo hará. Es cuestión de priorizar qué es lo que usted
considera más importante. Como dijo el filósofo Buda (560-480 antes de Cristo):
"Lo que más me sorprende de la humanidad son los hombres que pierden la
salud para juntar dinero y luego pierden el dinero para recuperar la
salud". Y lo cierto es que, 2.500 años más tarde, cada vez más ejecutivos
están apostando por sí mismos, adentrándose en una práctica oriental totalmente
aceptada e integrada en la sociedad occidental: el yoga.
"El yoga es una técnica que
concibe al ser humano como una unidad, donde el cuerpo y la mente están
estrechamente relacionados", explica Víctor Ángel, director de Inner
Sense, que ofrece servicios de bienestar y gestión personal para el mundo de la
empresa. "Por medio de una serie de posturas corporales y su
correspondiente técnica de respiración, el yoga nos ayuda a serenar nuestra
mente y a relajar nuestro cuerpo", añade este experto, que también es
profesor de esta disciplina en el Máster de Desarrollo Personal y Liderazgo de
la Universidad de Barcelona.
Entre los principales efectos
positivos del yoga destaca "el aumento de nuestra energía vital y de
nuestra capacidad para concentrarnos; el refuerzo de nuestro sistema
inmunológico; la reducción de estrés y ansiedad; el contacto con nuestro cuerpo
y la comprensión de cuáles son sus funciones y necesidades; la mejora de la
circulación sanguínea, de los órganos y tejidos internos; el aprender a
respirar de forma correcta y natural; así como el incremento de la flexibilidad
y movilidad de las articulaciones, que contribuye a eliminar progresivamente
contracturas musculares y dolores crónicos", señala.
"Aunque estos beneficios se
notan a partir de la primera clase, esta práctica requiere una voluntad y un
compromiso inicial importante". Lo recomendable es practicar yoga "un
par de veces por semana", apunta Ángel. Entre sus clientes destaca la
escuela de negocios EADA, que desde hace más de un año incluye el yoga en
algunos programas formativos para altos directivos. Desde que se sabe que las
hermanas Koplowitz lo practican, cada vez más ejecutivos están siguiendo sus
pasos. "El yoga nos sirve para promover el autoconocimiento de los
profesionales, lo que siempre es un buen complemento para su formación",
sostiene Enric Bernal, director de Corporate Education de EADA.
Y lo cierto es que lo dice por experiencia.
"A mí me está ayudando mucho a ser dueño de mis pensamientos, a vivir más
en el momento presente y, por supuesto, a sentirme más en paz y vivir más
feliz", afirma Bernal. "Gracias a la práctica regular del yoga, ya no
me estreso en el trabajo y rindo más y mejor", añade. Según la Agencia
Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que el pasado mes de marzo
lanzó una campaña de prevención laboral desde Bruselas, "el estrés es el
segundo problema de salud relacionado con el trabajo y ya afecta al 25% de los
empleados". Y no sólo eso. "El estrés es también la causa que hay
detrás del 55% de los días de trabajo perdidos por bajas laborales".
Otra profesional que habla por
experiencia es la ex ejecutiva de publicidad y marketing Maite Crespo,
fundadora y directora de TodoYoga, que ofrece cursos personalizados de yoga
para empresas. "El yoga cambió mi manera de relacionarme con las cosas que
me iban pasando, que poco a poco dejaron de afectarme tanto", explica.
"Me di cuenta de que cada uno de nosotros, a través de lo que piensa,
fabrica lo que siente y experimenta dentro". Y en el mundo de la empresa,
"el yoga permite que los trabajadores estén mejor consigo mismos y, por
tanto, que su rendimiento sea mayor y más sostenible", subraya Crespo. Y
concluye: "El yoga es una técnica que no sólo nos equilibra, sino que nos
previene de desequilibrarnos".
"Cuando vives más
conscientemente y no de forma tan reactiva, tomas mejores decisiones y te es
más fácil relacionarte con los demás", afirma Maite Crespo, directora de
TodoYoga. De ahí que cada vez más empresas estén ofreciendo clases de yoga
gratuitas a sus colaboradores.
Uno de sus clientes es la Clínica
Ruber de Madrid, que ofrece cursos de relajación, autoconocimiento y mejora de
la postura a sus 400 trabajadores. Su directora de formación, la doctora
Fabiola Dapena, explica que en estas clases de yoga se producen "cambios
de chip". Con la práctica, "muchas personas descubren que no serán
felices cuando las cosas externas cambien y les vayan mejor, sino que las cosas
externas cambian y te van mejor cuando aprendes a ser feliz por ti mismo".
Dapena también ha sido practicante
de yoga, aunque ahora lleva un tiempo sin hacerlo. "Lo noto mucho. Tengo
menos energía por la mañana y me canso con más facilidad", reconoce.
Entre los beneficios del yoga
destacan: aumento de la energía vital y la capacidad de concentración; refuerzo
del sistema inmunológico; reducción del estrés y la ansiedad; incremento de la
flexibilidad y la movilidad de las articulaciones y eliminación progresiva de
las contracturas musculares y dolores crónicos. -