Nota: Comparto en
este Blog artículos interesantes y didácticos basados en estudios
experienciales de profesionales de prestigio y que puedan aportar al lector una
nueva vía de conocimiento sobre la psicología y el yoga. MAS INFORMACION:
www.yogaypsicologia.com
Introducción
Este trabajo es el
resultado de una investigación, que surgió ante la necesidad de ofrecer un
apoyo terapéutico consistente al cada vez más numeroso porcentaje de personas
con diagnóstico de ansiedad, que acuden al Centro de Yoga orientadas desde los
Centros de Salud o por iniciativa propia. Está dirigido por Pilar Íñigo,
profesora de yoga y yogaterapia y por José Luis Azón, psicólogo.
Ha contribuido
decisivamente a esta orientación nuestra firme creencia en las amplias ventajas
de un enfoque multidisciplinar, habida cuenta de que cualquier proceso de
sanación debe tener muy presente la interrelación entre la técnica y la
complejidad de cada persona. Nuestra propia experiencia personal, combinando el
yoga con diversos trabajos basados en la psicología transpersonal, corrobora
esta visión.
Este trabajo
minucioso y constante ha permitido elaborar una metodología que combina la
rica
variedad de técnicas que aportan las distintas vías de yoga (Hatha, Karma,
Bakti, Raja, Jnana), con la psicología transpersonal. Esta combinación de
técnicas orientales y occidentales está siendo cada vez más tenida en cuenta
por otros profesionales del conocimiento interior. Asimismo, durante estos años
se ha ido haciendo un seguimiento pormenorizado de cada una de las sesiones,
con especificación de las técnicas aplicadas, el perfil de los practicantes y
la evolución que cada uno de ellos ha experimentado en su proceso.
¿QUÉ ES YOGATERAPIA?
No todo lo que se
afronta puede cambiarse, pero nada puede cambiarse hasta que se afronta.
James Baldwin
1.- DEFINICIÓN Y
CONTENIDOS
En sentido literal,
la palabra "yoga" es samadhi, unión de lo que se separó en el juego
cósmico; el término "terapeuta" proviene etimológicamente del griego
y significa "el que acompaña". Yogaterapia viene a ser una
metodología para "acompañar" hacia ese estado de Ser, combinando la
utilización de técnicas orientales y occidentales.
Desde Jung hasta las
corrientes humanista y transpersonal, la psicología occidental se ha inspirado
en la sabiduría oriental para elaborar sus planteamientos teóricos y técnicas
terapéuticas, adaptados lógicamente a una cultura muy diferente, marcada por
una focalización excesiva en lo mental, un ritmo de vida agobiante y un alto
nivel de ansiedad y frustración.
En esta línea, la
yogaterapia es un método de tratamiento de determinados trastornos
psico/físicos con un denominador común de alto nivel de ansiedad, que combina
la práctica del yoga con la aplicación de técnicas terapéuticas que facilitan
el necesario ejercicio de introspección y afrontamiento de las causas que
subyacen a dichos trastornos. Y todo ello enmarcado en el contexto de un grupo,
que cumple una doble función de referencia y apoyo a la persona.
Sri Aurobindo dijo en
una ocasión, refiriéndose al trabajo interior: "La mente es el camino, la
mente es el obstáculo". En una cultura excesivamente mental como es la
occidental, la yogaterapia trata de canalizar la mente a través de técnicas que
le van a permitir aceptar y comprender mejor el necesario afrontamiento de las
circunstancias que están en la raíz de los trastornos psico/físicos.
La razón de ser de
esta metodología entronca de lleno con la psicología transpersonal, auténtico
nexo de unión del ser humano con su vertiente espiritual. Dado que cada uno de
nosotros somos portadores de un anhelo natural hacia la Totalidad, interceptado
o castrado por esquemas mentales que no son sino resistencias a liberarnos de
los contenidos inconscientes que nos condicionan y oprimen, la primera parte
del trabajo interior, sobre todo para las personas que los sufren de una manera
más evidente, pasa inevitablemente por un ejercicio continuado de mirada
interna, para afrontar las tres fases de "conocer, aceptar e
integrar" el material inconsciente que emerja. La psicóloga transpersonal
Frances Vaughan lo explica así:
"El problema
surge cuando consideramos a la espiritualidad como una alternativa al
desarrollo psicológico, más que como su prolongación….
La conciencia
espiritual sólo contribuye a la Totalidad cuando se basa en la salud
psicológica y en la integración de todos los niveles de conciencia".
¿A QUIÉNES VA
DIRIGIDA?
En los últimos
tiempos ha cambiado el perfil del alumno de yoga. Mientras hace unos años la
mayoría de las personas que se adentraban en la práctica buscaba sobre todo
relajarse y obtener una mejora corporal, especialmente en dolencias
relacionadas con la columna vertebral, en la actualidad, además de los que se
aproximan al Yoga como vía de auto-conocimiento, un alto porcentaje de los que
se inician en la práctica presenta índices de ansiedad leve, moderado o severo,
con tratamiento farmacológico en algunas ocasiones. Suele concurrir en estos
casos una somatización corporal que se traduce en contracturas musculares,
úlceras nerviosas, tensión esencial, displacer en general y dificultad para
afrontar la vida. Para estas personas la yogaterapia suele resultar muy
beneficiosa, al permitirles convertir su situación actual en la oportunidad
para encarar lo que suele ser una crisis de crecimiento interior.
Además de su función
estrictamente terapéutica, la yogaterapia trata también de apoyar a la persona
en su proceso de crecimiento interior, orientándole a la búsqueda de soluciones
dentro de sí mismo como camino directo para armonizar los distintos niveles de
conciencia. Como dice el Buda: "BUSCA LA LUZ EN TU INTERIOR"
DIAGNÓSTICOS
TRABAJADOS CON YOGATERAPIA
A lo largo de los
casi diez años que llevamos trabajando en esta línea, hemos aplicado la
metodología de yogaterapia a personas con trastornos psicosomáticos diversos,
en muchos casos en colaboración con otros profesionales de la salud o específicamente
recomendados por ellos.
Debemos puntualizar
que el conjunto de técnicas que se trabajan como complemento al Yoga no
constituye ninguna panacea sanadora en sí misma. La técnica es sólo un
instrumento. No existe corriente, escuela o método que sea capaz de ayudar a la
totalidad de sus practicantes, porque es la actitud de cada cual y sobre todo
su nivel de resistencias inconscientes, lo que decanta la balanza hacia la
efectividad o no del trabajo realizado. Aunque es cierto que en la experiencia
de yogaterapia, la mayoría de los practicantes ha experimentado algún tipo de
mejoría en su proceso.
Podemos hablar en
general de tres tipologías distintas en las personas que deciden abordar un
trabajo profundo para tratar de aliviar sus trastornos. La primera corresponde
a aquéllas que muestran durante el proceso una actitud interior abierta de
confianza y abandono; en la segunda incluiríamos a las que aparentemente tienen
esa misma actitud, pero no se reconocen una fuerte resistencia inconsciente a cualquier
cambio interno; suelen ser grandes consumidoras de variados métodos y técnicas,
de cursos de todo tipo y de últimas novedades editoriales, que les ayudan a
justificar ante sí mismas y ante los demás su "real" interés en
trabajarse dentro; Nietzsche las definió en su frase: "Hay personas que
constantemente están hablando sobre sí mismas para no hablar nunca de sí
mismas". En tercer lugar hay otro tipo de personas que en cuanto comienzan
a profundizar en su mundo huyen despavoridas ante el miedo al cambio que
experimentan.
Estos son algunos de
dichos trastornos psicosomáticos, a los que nosotros preferimos denominar
"procesos", por entender que toda crisis lleva implícita una
oportunidad de crecimiento interior:
Ansiedad en sus
distintos grados: Estrés post-traumático, fobia social, agorafobia…
Baja autoestima
Depresión
Adicciones
Anorexia y Bulimia
Patologías orgánicas
diversas: hernias discales, contracturas musculares, tensión esencial, úlceras
nerviosas, fibromialgia, cáncer, entre otras.
Crisis existencial.
Emergencia espiritual.
Y se ha podido
constatar, a través de un seguimiento pormenorizado, que la yogaterapia ha
ayudado a mejorar a aquellas personas que se han permitido un tiempo para mirar
dentro, a través de un afrontamiento valiente de las causas que generan su
"dificultad" en ese momento. Como consecuencia de ello, han visto
reducidos los niveles de ansiedad que siempre acompañan este tipo de procesos y
han iniciado su propia búsqueda.
LA ANSIEDAD
El estado de ansiedad
es una sobrecarga energética que se produce debido a que la natural descarga de
energía está bloqueada o contenida, a causa de conflictos emocionales. Sus
efectos se manifiestan de diferentes modos: a nivel cognitivo, en forma de
pensamientos negativos, inseguridad, temor, etc.; a nivel fisiológico, en forma
de tensión corporal, contracturas musculares, náuseas o mareos, temblores,
malestar de estómago, sudoración, palpitaciones, sequedad de boca, dificultad
para respirar o respiración agitada, escalofríos, etc.; y a nivel conductual,
en forma de paralización corporal, tartamudeo, dificultad de expresión verbal,
tics nerviosos, comida o bebida en exceso, conductas de evitación o huida, etc.
Si la carga energética aumenta mucho, existe el riesgo de derivar en
enfermedades psicosomáticas como pueden ser la úlcera de estómago nerviosa y no
bacteriana, la tensión arterial esencial, el asma u otras cada vez más comunes
como la fibromialgia, que se ha definido en tiempos recientes.
Una gran mayoría de
autores identifican la ansiedad con el miedo. Y como el miedo es universal,
podemos deducir fácilmente que también la ansiedad lo es. El miedo es un
mecanismo de supervivencia y por tanto juega un rol muy necesario en cada uno
de nosotros. Por tanto, la solución no consiste en erradicarlo ni en reprimirlo
sino en aprender a manejarlo convenientemente, o dicho de otra forma, en
aprender a manejarnos con él. En cualquier animal, la sensación de miedo
provoca una inmediata activación de mecanismos internos que le son
indispensables para acometer una de las dos posibles opciones que tiene ante el
inmediato peligro: afrontamiento o huida. Es pues un miedo útil, que aprovecha
convenientemente porque le surge ante un peligro real o percibido y del que se
desprende sin problema una vez ha pasado la situación de riesgo. Pero los seres
humanos tenemos una mente pensante que nos lleva en muchas ocasiones a valorar
desproporcionadamente las situaciones de riesgo y que además mantiene activo el
miedo antes, durante y después de vivir esas situaciones. Si por ejemplo tengo
que verme con alguien dentro de una semana y ese encuentro me preocupa, lo más
seguro es que no haya una relación directa entre la intensidad de mi
preocupación y la realidad de ese encuentro; pero además, estaré toda la semana
previa generando ese miedo dentro de mí, lo experimentaré in situ y permanecerá
tiempo después alimentado por la valoración negativa que haga del encuentro. Y
éste no sólo es un miedo inútil, sino también nocivo, que al coincidir con
otros muchos relacionados con mis distintas vivencias cotidianas, se convierte
en crónico. Y cuando comenzamos a sufrir sus síntomas, que no son sino sus
efectos, a este miedo inútil le llamamos ansiedad.
La ansiedad está pues
en la base de muchos trastornos psicosomáticos que aquejan a los seres humanos,
con independencia de los síntomas que cada persona padece.
La forma de
percibirnos a nosotros mismos, a los demás y al mundo en general, está
totalmente mediatizada por nuestros miedos internos. Si entendemos eso habremos
dado un paso decisivo para comprender que esa visión con la que nos
identificamos plenamente no sólo está distorsionada sino que no tiene nada que
ver con lo que realmente somos.
Es innegable que el
yoga como ciencia es una vía directa para el autoconocimiento y la autorrealización.
Pero nuestra hiperactiva mente occidental y la realidad de la práctica,
limitada en la mayoría de las ocasiones al hatha yoga, condicionan mucho sus
frutos. Por eso, una adecuada combinación de la práctica de yoga con diversas
técnicas psicoterapéuticas ayuda a la persona a conectar de manera más directa
con las verdadera raíz de su problema, a la vez que pone a su disposición un
conjunto de instrumentos terapéuticos que le van a ser muy útiles para salir de
espacios de bloqueo y sufrimiento.
TÉCNICAS UTILIZADAS
EN YOGATERAPIA
Además de la
aplicación de sesiones específicas de hatha y raja yoga, sin olvidar la actitud
yóguica a través de yamas y niyamas, el abanico de técnicas terapéuticas
utilizadas en yogaterapia es muy amplio. Desde la psicosíntesis de Roberto
Assagioli, sobre todo en su apartado de subpersonalidades, la respiración
holotrópica de Stanislav Grof, la bioenergía de Alexander Lowen, el focusing de
Gendlin, pasando por dinámicas de grupo inspiradas en la psicología humanista,
hasta técnicas cognitivas y conductuales.
A lo largo de la
yogaterapia se fomenta igualmente la práctica de otras vías de yoga,
especialmente el karma yoga, porque ejercitarla constituye un principio de
salud psicológica al desarrollar la atención en el presente y disminuir el
continuo deambular de la mente rememorando un pasado que ha quedado
definitivamente atrás, o ideando un futuro que nunca aparecerá como soñamos.
Entendemos que la práctica es integral y su espacio de aplicación, la vida
cotidiana.
Cada una de esas vías
o técnicas puede jugar un papel decisivo en función de las necesidades
específicas de la persona, siendo de vital importancia la actitud del
terapeuta/profesor, que en la línea apuntada por Carl Rogers, debe jugar un
papel de compañero de viaje, abierto a facilitar a la persona la completa
vivencia del proceso y su posterior integración.
METODOLOGÍA DE UNA
SESIÓN DE YOGATERAPIA
Debemos ser una
lámpara dirigida hacia nosotros mismos.
Buda
No nos afecta la
realidad en sí, sino la percepción que de ella tenemos.
Epicteto
Es imprescindible
realizar previamente a la incorporación al grupo una entrevista personal, para
tener una idea lo suficientemente clara del diagnóstico y en su caso poder
desviar a la persona a un profesional especializado, cuando presenta una
patología contraindicada para este trabajo, como puede ser en casos de
patología psiquiátrica grave, trastorno de personalidad, esquizofrenia o brote
paranoico.
1.- RUEDA DE
AUTODIAGNÓSTICO
El grupo se coloca en
círculo, con las manos unidas. Se invita al silencio, a la interiorización, a
tomar contacto con uno mismo en ese "ahora" y al mismo tiempo a
conectar con la energía de grupo, que es un instrumento más, un apoyo a los
procesos individuales. Desde ese espacio interno se induce a tomar conciencia
de la inmovilidad corporal y de la respiración natural. El practicante debe
preguntarse, por ejemplo: "¿Cómo vengo a la sesión? ¿En qué situación está
el proceso que estoy trabajando? " y compartir su respuesta con brevedad,
desarrollando su capacidad de síntesis, evitando entrar en detalles que
dispersarían del tema a afrontar.
La actitud de todo el
grupo debe ser de apertura a escuchar desde el corazón a la persona que habla,
sin emitir juicios ni opiniones. Sólo el instructor hará algún apunte a la
exposición para clarificar si lo considera necesario.
2.- SESION PRÁCTICA.
Esta parte del
trabajo de yogaterapia varía también en función del grupo y el objetivo. El
profesor seleccionará las técnicas adecuadas atendiendo al diagnóstico del
grupo en cada una de las sesiones, ya que cada sesión es única en sí misma.
Relajación En una
noche oscura
Con ansias en amores
inflamada,
¡Oh dichosa ventura!
Salí sin ser notada,
Estando ya mi casa
sosegada.
Juan de la Cruz
En posición de
Shavasana el practicante conecta con la inmovilidad, la vivencia del no
esfuerzo, el descanso. Se trata de parar en ese momento la actividad, sobre
todo mental, que se trae a la sesión y tomar conciencia del comienzo de la
práctica, creando un estado de disponibilidad y apertura hacia la misma. Para
ello se dirigirá una rápida rotación de la conciencia por las diferentes partes
del cuerpo, haciendo hincapié en la inmovilidad corporal, para que haya una
predisposición de la mente a aquietarse, a focalizarse.
Durante esta
relajación se invita a la persona a conectar con tres ingredientes básicos del
camino interior:
Desarrollo de la
atención, manteniendo un esfuerzo sereno por percibir el instante a instante,
el "darse cuenta" de lo que está sucediendo; actitud de apertura a
recibir, a aceptar sus propias vivencias y a ser capaz de expresarlas en su
caso, para lo cuál es imprescindible una buena dosis de confianza en sí misma,
en el profesor y en el propio grupo que acompaña.
Preparación
respiratoria.
La respiración tiene
que sustituir a la mente pensante. Si estás en la respiración, estás en el
presente.
En yogaterapia es
obligado dedicar un tiempo a la preparación respiratoria, para ampliar la
capacidad pulmonar y liberar tensiones gracias a la descarga energética que provoca
liberar la respiración. Habida cuenta de que las técnicas de respiración van
encaminadas a desbloquear energéticamente, hacer aflorar material inconsciente
e inducir estados sutiles, se utilizan a lo largo de cada sesión diversas
modalidades en función del momento y del nivel del grupo, desde la respiración
completa hasta el pranayama más complejo, pasando por la hiperventilación.
Preparación corporal.
La movilidad es vida.
La rigidez es muerte.
Tao Te King
El objetivo de la
preparación corporal es facilitar la realización de asana. Se trata de
movilizar todas las estructuras corporales a nivel de músculos y
articulaciones, con la consiguiente activación y desbloqueo a nivel energético.
Se pueden aplicar distintas metodologías en función del grupo y momento,
teniendo en cuenta que siempre se practicarán flexiones anteriores y
posteriores, lateralizaciones, rotaciones, estiramientos y movilización
articular. Al tratarse de una sesión de yogaterapia, esta preparación no se
limita al plano físico sino que también se apuntan actitudes psíquicas que
contribuyen a la progresión en el trabajo interior.
Técnica para un
objetivo.
Dependiendo del
diagnóstico del grupo y del objetivo de la sesión, la parte central de la
práctica podrá enfocarse desde distintos puntos de vista, utilizando para ello
las diferentes técnicas de las que disponemos. Puede llevarse a cabo una
respiración con música, siguiendo el esquema de la respiración holotrópica de
Grof, para estimular la liberación emocional y el acceso al nivel transpersonal;
o bien tratar de potenciar la exploración en base a la relajación física y
mental, utilizando yoga nidra; o quizá convenga que el objetivo de la sesión
sea la obtención de vigor sereno/fuerza serena (pratyahara), a través de hatha
yoga. Puede que interese una potenciación de las relaciones inter-personales y
aplicarse dinámica de grupo, con algún tipo de juego gestáltico o desbloquear y
activar energéticamente con meditaciones dinámicas o ejercicios de bioenergía.
Para la elección de una u otra técnica el profesor debe dejarse llevar por su
intuición, generada desde la necesaria conexión con la energía del grupo, que
surge a partir de ese primer contacto en la Rueda de Autodiagnóstico y de haber
sentido a todas y cada una de las personas desde que entran en el Centro.
3. - INTEGRACIÓN
Se introduce este
apartado, sin perjuicio de considerar que la integración es un proceso más o
menos largo que irá teniendo lugar en la vida cotidiana. Es deseable que el
proceso que pueda iniciarse en la sesión de yogaterapia se complete en mayor o
menor medida.
Esta integración se
trabaja a partir de la toma de conciencia y posterior afrontamiento del
material que ha aflorado, y se enfoca desde la vertiente individual y colectiva
a través de:
Relajación oy
Meditación: Entréme donde no supe,
Y quedéme no
sabiendo,
Toda ciencia
trascendiendo.
Yo no supe dónde
entrar,
Pero, cuando allí me
vi,
Sin saber dónde me
estaba,
Grandes cosas
entendí;
No diré lo que sentí,
Que me quedé no
sabiendo,
Toda ciencia
trascendiendo
San Juan de la Cruz
Pueden aplicarse
técnicas de relajación dirigidas y con visualización para ayudar a integrar, o
bien relajación en silencio. Las técnicas de meditación más utilizadas en
yogaterapia y aplicadas a un grupo ya constituido y con tiempo de práctica son
vipassana y más concretamente, anapanasatti y antar mouna.
Círculo de compartir
El dolor que se calla
es más doloroso.
Racine
"Cuando veis a
un hombre sabio, pensad en igualar sus virtudes. Cuando veáis a un hombre
desprovisto de virtud, examinaos vosotros mismos".
Confucio
La verbalización es
la base de este "circulo de compartir". Se utiliza en psicoterapia
como un factor más que contribuye a la sanación del proceso. Desde una visión
más sutil, se trata de una terapia energética, en ocasiones de comunión.
El grupo se sitúa en
círculo respetando el silencio y manteniendo el estado de interiorización y con
las manos unidas. Se plantea durante un par de minutos conectar con la energía
que cada uno ha experimentado durante la sesión y a partir de ahí, cada miembro
del grupo expone su experiencia, respetando también si alguien prefiere no
hacerlo.
La sesión puede
cerrarse con unos minutos de silencio en el círculo con las manos unidas,
tomando conciencia, igual que se empezó, de ese "ahora", de uno mismo,
de la energía del grupo sintiendo a cada una de las personas que lo forman, o
bien, si es oportuno con:
4.- ABRAZO TÁNTRICO
"La energía
espiritual es amorosa, cálida y deliciosa. La gente que no experimenta esta
energía no es espiritual, aunque haya practicado disciplinas espirituales
durante mucho tiempo".
Dhiravamsa
"Amarás al
Señor, tu Dios, con todo su corazón, con toda tu alma y con
toda tu mente."
Este es el más grande y primer mandamiento. El segundo, semejante a éste, dice:
"amarás a tu prójimo como a ti mismo". De estos dos preceptos penden
la Ley y los Profetas.
Mateo, 22:37-40
Las distintas formas
de amor son como diferentes puertas a la experiencia universal del amor y
cualquiera de ellas puede iluminar el camino espiritual. El amor, en cualquiera
de sus manifestaciones, no se aprende sino que se reconoce. Todo el mundo tiene
cierto conocimiento de lo que es el amor, aunque sólo sea para proclamar su
incapacidad de amar o para percatarse de su ausencia.
"Una mujer se
acercó a Ramakrishna y le dijo: "He descubierto que no amo a Dios. Se
trata de un concepto que no me dice nada en especial". Ramakrishna le
preguntó entonces: "¿Hay alguien en este mundo a quien ames?. Y ella
replicó: Si. Amo a mi sobrino. Ahí está Él, concluyó Ramakrishna".
El abrazo tántrico
puede incluirse en el trabajo de yogaterapia, cuando el curso lleva un tiempo
en funcionamiento y el grupo va tomando forma a nivel energético pasando de ser
una suma de individualidades, integrado por personas que no se conocen entre
sí, a constituir un grupo entregado y abierto, que es la evolución que hemos
constatado. El abrazo tántrico es un ejercicio destinado a compartir la energía
de amor con los demás, desde el corazón y no desde la cabeza. Es una energía
que se va haciendo más tangible conforme nos vamos conociendo, comprendiendo y
aceptando cada uno individualmente. Se forma un grupo unido por un abrazo
silencioso, abiertos a sentir el amor como la energía más sanadora…
La libertad se halla
al final del camino; hasta entonces, tened paciencia.
Buda
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