sábado, 9 de enero de 2016

Embarazo Parto y nacimiento/CENTRO DE YOGA Y RELAJACION MAITREYA/ALCORCON


        
¿Cómo pueden ayudarme las técnicas de respiración durante el parto?
La respiración rítmica durante el parto aumentará la cantidad de oxígeno que inhalas para ti y para tu bebé. Las técnicas de respiración también podrían ayudarte a sobrellevar las contracciones y a hacer que te sientas más satisfecha con tu participación en el trabajo de parto. 

El uso de métodos de relajación durante el parto, incluyendo las técnicas de respiración, también está asociado con una reducción en la incidencia de los partos asistidos (con el uso de fórceps o ventosas). ¿Cómo puede la respiración rítmica  ayudarte durante el parto? Para que lo entiendas mejor, primero te explicamos lo que ocurre cuando perdemos el control de la respiración.

Cuando estás tensa o asustada, tu respiración se vuelve superficial y rápida. Los músculos de tus hombros y cuello se contraen y tiran hacia arriba, poniéndose tensos y rígidos. Si llegas a entrar en pánico, empiezas a respirar demasiado rápido, absorbiendo el aire hacia los pulmones y exhalando en pequeños y agudos soplidos.

                       



La respiración de pánico reduce la cantidad de oxígeno que inhalas para ti y para tu bebé. Es posible que te sientas mareada y descontrolada, que sientas un hormigueo o cosquilleo en los

dedos y que la boca se te empiece a adormecer.

La respiración de pánico es una reacción común en las situaciones muy estresantes o asustadoras. Es una reacción normal, pero tu cuerpo no puede permanecer en este estado por mucho tiempo sin que te agotes completamente. Durante el parto, tu meta es conservar la energía lo más posible y brindarle a tu bebé una gran cantidad de oxígeno para ayudarlo a sobrellevar el estrés del nacimiento.

La respiración rítmica puede ayudarte a lograrlo y podría tener un impacto muy positivo en el nacimiento de tu bebé.


¿Cuáles son los mejores patrones de respiración para el parto?

Cierra los ojos por un momento y concéntrate en tu respiración. Observa lo rítmica que es. Inspiras, y luego hay una breve pausa antes de exhalar. La exhalación coincide con la inspiración en duración y profundidad. Se hace una breve pausa antes de que los pulmones tomen la siguiente inspiración.

Durante el parto, es importante mantener esta respiración rítmica. No permitas que la inspiración se torne más prolongada que la exhalación. En todo caso, la exhalación debe ser más prolongada que la inspiración.

Cuando estés teniendo
contracciones muy fuertes, tu respiración se volverá más superficial. No hay nada de malo en eso, siempre y cuando la respiración no comience a ser cada vez más rápida y se convierta en la respiración típica del momento de pánico.
¿Qué técnicas específicas puedo probar?

Intenta practicar las siguientes técnicas de relajación durante el embarazo. Si te acostumbras a hacerlas, te será más fácil ponerlas en práctica a la hora del parto:
  • Piensa en la palabra "relax". Tiene dos sílabas: "re" y "lax". Ahora intenta hacer este ejercicio. Mientras inspiras, piensa en la sílaba "re", y mientras exhalas piensa en la sílaba "lax". No dejes que tu mente se distraiga y sigue repitiendo la palabra "relax" al compás de tu respiración.

    Cuando exhales, trata de eliminar todas las tensiones en tu cuerpo. Concéntrate en los músculos que sabes que siempre se ponen tensos cuando te
    estresas. Recuerda, cada vez que exhales, alarga la vocal: "laaaaaaaax". Hay que concentrarse en la exhalación, ya que la inspiración ocurre naturalmente.
  • O intenta contar durante la respiración. A medida que inspires, cuenta lentamente hasta tres o cuatro (o hasta el número que te resulte cómodo) y, a medida que exhales, cuenta hasta tres o cuatro nuevamente. Es posible que te resulte más cómodo inspirar contando hasta tres y exhalar contando hasta cuatro.
  • Intenta inspirar por la nariz y exhalar por la boca. Mantén la boca en una posición distendida a medida que exhales. Adentro por la nariz y afuera por la boca. A muchas mujeres también les resulta útil hacer un sonido al exhalar, como por ejemplo "Ooooooooo" o "Aaaaaaaaa". Entre las contracciones, toma sorbos de agua para evitar que se te seque la boca.

Nunca es demasiado tarde para empezar a probar las técnicas de respiración. El médico, comadrona o enfermera que te atienda durante el parto también podría ayudarte a usar estas técnicas, aunque no las hayas practicado antes.

¿Cómo me puede ayudar la persona que me acompañe durante el parto?

Es posible que te resulte muy difícil mantener una respiración rítmica y relajarte cada vez que exhales cuando estés teniendo contracciones dolorosas, estés cansada y el parto te parezca interminable. Este es el momento en que el apoyo de la persona que te esté ayudando durante parto, sea tu pareja, tu mamá, o una amiga, es esencial. Él o ella puede ayudarte a mantener la respiración estable respirando contigo.

Para ello, necesitas mirar a esta persona de frente, y él o ella debe darte las manos o colocar sus manos sobre tus hombros, apoyándose suavemente sobre ellos. Entonces tú puedes seguir su patrón de respiración a medida que inspira por la nariz y exhala, soplando suavemente. Practica durante el embarazo esta forma de espejarte en la respiración de la otra persona.

Esta técnica tal vez te parezca extraña al principio y los dos pueden sentirse algo tímidos. Sin embargo, la respiración conjunta es maravillosa cuando estás en trabajo de parto y sientes que ya no puedes más.

¿Cómo me pueden ayudar las técnicas de respiración cuando llegue el momento de pujar?
Durante el segundo período del parto, estarás empujando a tu bebé para que salga. Muchas mujeres quieren contener la respiración cuando pujan. Sigue tu instinto de pujar y hazlo cuantas veces quieras durante cada contracción. Quizás sientas ganas de pujar de tres a cinco veces por contracción, inspirando entre una y otra. Puja hacia abajo entre las piernas mientras cuentas hasta cinco y respira profundamente un par de veces antes de volver a pujar.

No se recomienda que aguantes la respiración y pujes al máximo posible porque esto puede dañar tu suelo pélvico.

Otra razón para evitar sostener la respiración y pujar por mucho tiempo es que puede afectar a tu bebé. Si pujas por más de cinco o seis segundos de una sola vez, tu bebé podría recibir menos oxígeno y esto podría hacerlo sufrir.

¿Cómo sé cuándo tengo que pujar?

A veces las mujeres sienten la necesidad de pujar antes de que el cuello del útero esté completamente dilatado. En ese caso, tu médico te pedirá que no pujes para dar más tiempo a que se abra el cuello del útero. ¡Esto puede ser extremadamente difícil!

Tal vez sea más fácil resistir a las ganas de pujar
cambiando de posición, quizás echándote de costado o arrodillándote a cuatro patas con las nalgas levantadas y una mejilla apoyada sobre el colchón. Cuando llegue la contracción, haz cuatro jadeos cortos, luego inhala rápido, y después haz otros cuatro jadeos cortos, y así sucesivamente.

También puedes repetir la frase "No debo pujar" en tu mente a medida que jadeas. Respira normalmente entre las contracciones.

Si se te aplica la
anestesia epidural, deberás esperar por lo menos una hora desde el momento en que estés completamente dilatada hasta que puedas empezar a pujar, a no ser que la cabeza del bebé se esté asomando o sientas unas ganas muy fuertes de pujar.

Al esperar cerca de una hora le das a tu bebé la oportunidad de alcanzar una posición más baja dentro de tu pelvis, permitiendo que la naturaleza te ayude a facilitarle la salida.

Procura mantenerte tranquila si aún no sientes ganas de pujar, o si no sabes si tienes que pujar o no. Tu médico o comadrona te avisará cuando empiece cada contracción y entonces deberás pujar como si estuvieras esforzándote mucho para ir al baño, dirigiendo toda tu energía hacia abajo y entre las piernas. Puja con fuerza mientras cuentas hasta cinco, respira un par de veces y vuelve a empujar.