El verano comienza el
día 21 de junio con el solsticio de verano que es el día más largo del
año. En este momento se inicia un nuevo ciclo en el que las horas
diurnas comenzarán a reducirse de forma gradual hasta la llegada del
solsticio de invierno. El verano representa la culminación de un ciclo
de crecimiento y maduración de la naturaleza.
El fuego es el elemento que caracteriza al verano. El elemento fuego en
equilibrio produce emociones de entusiasmo, vitalidad y alegría, por el
contrario, si existe un defecto de fuego tendremos estados de tristeza y
falta de vitalidad. El fuego proporciona la energía que rige al corazón
y
al intestino delgado.
El corazón es uno de los órganos más activos durante esta estación;
regula la circulación de la sangre, lleva calor, oxígeno y nutrientes a
todas las células de nuestro cuerpo.
El intestino delgado
es un órgano de gran longitud encargado de la digestión y
absorción de los elementos nutritivos que pasan directamente al torrente
sanguíneo.
En otro plano, el
corazón está relacionado con la capacidad de entender y ver claramente e
influye en nuestra estabilidad emocional.
Y el intestino delgado es responsable de la asimilación y absorción de ideas.
Meridiano del corazón: Comienza en la axila, baja por el brazo
recorriendo la cara interna y termina en el extremo de la uña del dedo
meñique.
Meridiano del intestino delgado: Empieza en la uña del dedo meñique,
recorre el dorso de la mano, sube por el brazo hasta el hombro y recorre
la cara terminando delante de la oreja. Este meridiano gobierna también
la zona de los codos, hombros y cuello.
Para el correcto funcionamiento del corazón y del intestino delgado
intervienen dos factores fundamentales: la dieta y el ejercicio.
Sabemos
que los alimentos muy condimentados o ricos en especias y salazones son
dañinos tanto para el corazón como para el intestino delgado. También es
perjudicial un nivel alto de colesterol en la sangre; si una persona
tiene débiles el corazón o el intestino delgado deberá reducir o
eliminar de su dieta la carne roja, los huevos y los productos lácteos.
Los alimentos que favorecen el elemento fuego son el maíz, las coles de
Bruselas, las cebolletas, los cebollinos, las lentejas rojas, los
fresones,
las fresas y las frambuesas. También son beneficiosos los alimentos
ligeramente amargos como la rúccola o el diente de león que estimulan el
funcionamiento del corazón y del intestino delgado.
La práctica de un ejercicio de forma regular refuerza y equilibra el elemento fuego.
Ejercicios para equilibrar los meridianos del corazón y del intestino delgado.
POSTURA DEL SÍMBOLO DEL YOGA
Nos sentamos en la media postura del loto o en la postura del loto y
entrelazamos las manos en la espalda. Estiramos completamente los brazos
y flexionamos lentamente el tronco hacia delante, elevando también los
brazos. Mantenemos un minuto aproximadamente.
Beneficios.
Eliminamos tensión neuromuscular entre los hombros y en la parte alta
de la espalda. Mejora el riego a todo el cuerpo, y favorece el
funcionamiento de todos los órganos abdominales. Estiramos músculos de
los brazos y hombros.
Isabel Morillo
www.yogaarguelles.es