sábado, 1 de junio de 2019

POSTURAS DE YOGA, Cuál es la esencia del yoga


Cuál es la esencia del yoga

No se puede entender desconectado del cuerpo y de la mente; sin consciencia, no hay yoga. El yoga tiene que ir siempre a alcanzar la mente, el espíritu, las emociones, las energías y el cuerpo. Si sólo sirviera para entrenar el cuerpo, para eso tendríamos la gimnasia olímpica, que es más efectiva. El yoga es básicamente ética, y nos dice que tenemos que ser virtuosos, compasivos, generosos, indulgentes… Hoy día casi nadie considera este pilar fundamental del yoga que es la virtud o la ética.
Tampoco se puede entender el yoga sin una vertiente espiritual, pero aquí viene otro problema porque esa vertiente no ha de ser religiosa, doctrinaria o adoctrinante. No es necesario raparse la cabeza, ponerse túnicas, decir mantras constantemente. Desde tiempos inmemoriales, el yoga es suprareligioso.
¿Y la actitud para vivir el yoga?
Es lo más esencial y lo que más se olvida. El yoga es una manera de vivir. Uno puede pasarse toda la vida haciendo asanas y pranayamas y no ser un yogui sino un faquir, un contorsionista. Yo les digo siempre a mis alumnos que para hacer bien las posturas, Nacho Duato nos da sopas con ondas. E verdadero yoga lo que pretende es transformar la mente para crear actitudes positivas. Que en lugar de ser despectivos, seamos constructivos; en vez de egoístas, cooperantes, y así sucesivamente.
Esa es la gran aportación del yoga…
La gran aportación y lo que puede cambiar la conciencia planetaria, no hacer mejor que nadie la postura de la Pinza. El cuerpo es una herramienta pero no el fin del yoga. En Occidente se ha olvidado el lado más místico, elevado, emocional del yoga, porque como el cuerpo-escaparate es una obsesión, ahí se pone todo el énfasis.
Pero de nada sirve practicar y practicar si no se produce un rotundo cambio interior. Tenemos que aprovechar la vida para que cuando vayamos a morirnos pensemos que en algo hemos evolucionado, nos hemos humanizado y hemos conseguido mejorar nuestra calidad de vida interna. Cada día desconfío más de todo lo que en esta sociedad se nos venden como valores, que en realidad son valores-basura o subvalores, y me voy afirmando en la idea de que cada uno es su propio maestro, discípulo, terapeuta y paciente. En estos últimos años lo que voy buscando es mi el maestro interior, la presencia de ser.