lunes, 14 de diciembre de 2015

ENFERMEDAD CELIACA SEGÚN EL AYURVEDA- CENTRO DE YOGA Y RELAJACION MAITREYA




ENFERMEDAD CELIACA SEGÚN EL AYURVEDA      angeles@castell 
 
La enfermedad celiaca (también llamada enteropatía por gluten, celiaquía, sprue celiaco o intolerancia al gluten) es un trastorno poco común causado por intolerancia al gluten, un componente del trigo, el centeno, el cebada y la avena ó sea todos los panes y pastas que los contenga. Se calcula que en Estados Unidos una persona de cada cinco mil sufre de esta enfermedad. El gluten contiene una proteína llamada alfa-gliadina.
En las personas que tienen enfermedad celiaca, esta proteína produce una reacción
en la mucosidad que recubre el intestino. La vellosidad que recubre el intestino delgado sufre daño y destrucción, lo cual afecta a la capacidad del organismo de absorber nutrientes vitales. La mala absorción se convierte en un problema grave y la pérdida de vitaminas, minerales y calorías conduce a la malnutrición, a pesar de una dieta adecuada. La diarrea complica aún más el problema. Como la enfermedad celiaca altera la digestión, pueden desarrollarse alergias a algunos alimentos.
La enfermedad celiaca afecta tanto a los adultos como a los niños y puede presentarse a cualquier edad. Suele aparecer cuando al niño se le dan cereales por primera vez, alrededor de los tres o cuatro meses de edad. Los primeros síntomas son diarrea, pérdida de peso y deficiencias nutricionales, como anemia.
Otros síntomas son náuseas, inflamación abdominal; deposiciones abundantes, fétidas y a menudo pálidas y/o ligeramente amarillosas que flotan; depresión, fatiga, irritabilidad, calambres musculares y pérdida muscular, y dolor en las articulaciones y/o en los huesos.
Los infantes y los niños pueden presentar problemas de crecimiento, vómito e intenso escozor en la piel, al igual que una erupción cutánea roja y pruriginosa llamada dermatitis herpetiforme. Los bebés que tienen enfermedad celiaca suelen perder peso o aumentar de peso más lentamente de lo normal. Los infantes pueden presentar inapetencia, gases y deposiciones fétidas. Además, se ven anémicos y mal nutridos, y se le pueden desarrollar úlceras en la boca.
Como esta es una enfermedad muy poco frecuente y muchos médicos no conocen la diversidad de síntomas que se relacionan con la intolerancia al gluten, a menudo diagnostican mal la enfermedad
celiaca. Por ejemplo, se suele diagnosticar equivocadamente como síndrome de intestino irritable o como colon espástico. Incluso ha habido casos de médicos incapaces de diagnosticar la enfermedad que han remitido sus pacientes a consulta psiquiátrica. Muchas personas deben esperar largo tiempo antes de obtener un diagnóstico correcto, y no es raro que ellas mismas faciliten su diagnóstico gracias a que han oído o leído cosas que les han permitido identificar su propia enfermedad.
Sin embargo, cuando no se trata, la enfermedad celiaca se vuelve grave y pone en peligro la vida del paciente. Algunas de las dolencias que pueden complicar a largo plazo la enfermedad celiaca son:
Enfermedad de los huesos
Alteración de los sistemas nerviosos central y periférico
Hemorragia interna
Enfermedad del páncreas
Infertilidad
Aborto espontáneo
Trastornos ginecológicos
La enfermedad celiaca también aumenta el riesgo de desarrollar linfoma intestinal (linfoma no hodgkin) y otros crecimientos malignos en el intestino.
Algunos trastornos auto-inmunes se han asociado con esta enfermedad, entre ellos:
Dermatitis herpetiforme
Enfermedad renal (nefrosis)
Sarcoidosis (formación de lesiones en los pulmones, los huesos, la piel y otros órganos)
Diabetes mellitus dependiente de la insulina
Lupus eritematoso sistémico
Enfermedad de la tiroides Y, pocas veces:
Hepatitis activa crónica
Esclerodermia
Miastenia grave
Enfermedad de Addison
Artritis reumatoide
Síndrome de Sjogren.
Ahora, las últimas investigaciones, además de develar por qué el gluten llega a las capas profundas del intestino, han permitido desarrollar unas tiras analíticas que identifican la presencia de gluten y dictaminan si un alimento es apto o no para celiacos. Posiblemente en México aun no se encuentren. Esa oferta es en la Unión Europea y EUA.
Para que se produzca una reacción de hipersensibilidad, es preciso que el gluten penetre en profundidad, hasta llegar a las células submucosas del intestino delgado, que es el lugar en donde se desencadena la respuesta inmunológica.
A pesar que el mecanismo que produce la enfermedad es bien conocido, lo cierto es que había algunas lagunas que todavía no tenían respuesta. En un estudio publicado recientemente en la revista Gastroenterology, un grupo de investigadores de la Universidad de Maryland (EUA) ha identificando el mecanismo por el cual el gluten puede llegar hasta las capas profundas del intestino.
¿Que otros síntomas produce?
Los pacientes pueden presentar síntomas a cualquier edad, desde los primeros meses de vida y hasta la edad adulta. Los síntomas suelen ser asociados al sistema gastrointestinal, pero también se manifiestan en otros órganos.
Frecuentemente se presenta diarrea, distensión abdominal, flatulencia (gases), dolor abdominal, náuseas, estreñimiento o detención de crecimiento, pero también se pueden presentar síntomas como dolores articulares, desmineralización de huesos (con fracturas), dolores de cabeza, dermatitis, cansancio excesivo, depresión o anemia no explicada por otras causas.
La Enfermedad Celiaca tardía puede producir síntomas como menopausia precoz, abortos espontáneos, infertilidad e impotencia
¿Por que se producen estos sintomas?
Es una enfermedad de tipo inmunológico, lo que quiere decir que se produce una reacción inmunológica en el organismo como forma de rechazo al gluten, lo cual produce inflamación de la mucosa del intestino, lo que lleva a “aplanar” las vellosidades intestinales.
Estas son pequeñas protrusiones de mucosa que realizan funciones de absorción de las sustancias de los alimentos. Por esto, si esas protrusiones disminuyen, no se absorben los carbohidratos, las grasas, las proteínas y otros nutrientes como el hierro. Así que muchos de los síntomas son debidos a la falta de absorción de estas sustancias al organismo o de la reacción inmunológica en otros órganos.
Hasta hace unos años, la enfermedad celiaca se consideraba una enfermedad rara, pero hoy es conocido que la padece aproximadamente el 1% de la población, aunque se sospecha que la cifra podría ser mucho mayor dados los casos en que se presenta de forma poco clara.
El diagnóstico de la enfermedad se basa en la combinación de datos clínicos, resultados analíticos y hallazgos característicos en la biopsia del intestino delgado. La respuesta a la dieta sin gluten también es otro punto que corrobora el diagnóstico. Además, en este momento, el único tratamiento conocido es la dieta sin gluten.
LA DETECCIoN PRECOZ
En el niño pequeño, los síntomas intestinales y el retraso de crecimiento, sobre todo si se acompañan de irritabilidad y anorexia, constituyen un cuadro clínico sugestivo de EC.
En el niño mayor y en el adolescente, el hallazgo de un retraso de talla o de la pubertad, así como una anemia ferropénica o un incremento en los marcadores de función hepática (transaminasas) sin otra justificación, obliga a descartar la existencia de enfermedad celíaca.
En adultos, la presentación típica de diarrea crónica con clínica de mala absorción es inusual. Es más frecuente en la actualidad la presencia de síntomas poco específicos.
La probabilidad de padecer una Enfermedad Celiaca aumenta en determinados grupos de riesgo. Primordialmente, los familiares de primer grado, determinadas enfermedades autoinmunes (diabetes tipo I e hipotiroidismo) y algunas cromosomopatías, como el síndrome de Down.
El enfermo visitado por numerosos especialistas y sometido a diversas exploraciones, diagnosticado “sólo” de un trastorno funcional, merece una especial atención, en particular, si además refiere una historia de aftas bucales, astenia, irritabilidad o depresión.
La Enfermedad Celiaca debe incluirse en el diagnóstico diferencial de los pacientes con dispepsia acompañada de saciedad precoz y plenitud postprandial, especialmente si asocian flatulencia, hinchazón y meteorismo. La sospecha debe ser firmemente considerada cuando los síntomas son crónicos y recurrentes y no han respondido adecuadamente a ningún tratamiento empírico.
Los pacientes con diarrea acuosa crónica e intermitente y que han sido catalogados de síndrome de intestino irritable deben ser revisados de forma minuciosa. La coexistencia de flatulencia o distensión abdominal y deposiciones mezcladas con abundante gas (explosivas) obliga a considerar la posibilidad de una EC. El estreñimiento crónico no es un síntoma excluyente de padecer la EC.
Las situaciones siguientes, sin explicación demostrable, obligan a valorar el diagnóstico de EC: mujeres en edad fértil con anemia ferropénica, infertilidad y abortos recurren; elevación de transaminasas; y los que refieren una historia de fracturas ante traumatismos mínimos o una osteoporosis detectada antes de la menopausia o en un varón adulto joven.
Los marcadores serológicos (AAtTG) negativos no permiten excluir el diagnóstico de EC. De hecho, una proporción de pacientes con enfermedad celíaca, que presentan formas histológicas leves e incluso con atrofia de vellosidades, no expresan anticuerpos antitransglutaminasa en el suero.
El estudio genético es útil en el manejo de la enfermedad celíaca, dado que casi la totalidad de los pacientes celíacos son HLA-DQ2 o DQ8 positivos. Su determinación tiene utilidad clínica en casos de pacientes con sospecha clínica bien fundada y estudio serológico negativo. Un estudio genético negativo excluye casi totalmente la enfermedad celíaca, evitando con ello pruebas invasivas, incómodas y de mayor coste.
Diagnostico
La enfermedad celiaca puede ser diagnosticada en presencia de los hallazgos característicos en la biopsia intestinal y mejoría de los síntomas clínicos o histológicos tras una dieta exenta de gluten. Las pruebas analíticas serológicas, ayudan a confirmar el diagnóstico. Una biopsia intestinal puede ser indicada si las determinaciones serológicas apuntan la posibilidad de enfermedad celiaca o estas son negativas pero la sospecha clínica es alta.


 

Las pruebas serológicas que habitualmente se utilizan en diagnóstico de enfermedad celiaca son:
Anticuerpos frente a gliadina (IgA, IgG).
Anticuerpos frente a endomisio (IgA).
Anticuerpos antitransglutaminasa (IgA).
IgA total.
DIAGNOSTICO TARDIO
El diagnóstico de la celiaca se demora hasta 12 años en un adulto dada la enorme diversidad de síntomas. La enfermedad “no posee síntomas propios sino característicos de carencias nutricionales.” Existen alertas que atender para sospechar que se puede tener intolerancia al gluten como “los niños de entre 9 y 24 meses si sufren nauseas, vómitos, diarreas, distensión abdominal, pérdida de masa muscular y peso, fallo de crecimiento, laxitud e irritabilidad”.
Con mayor edad es frecuente una talla baja, anemia ferropénica resistente a tratamiento, raquitismo y problemas de personalidad o alteraciones del carácter. En el caso del adulto la sospecha se complica. Los síntomas pueden ser diversos, y van desde “diarrea con mala absorción de nutrientes, apatía, irritabilidad, depresión, inapetencia, osteoporosis, fracturas, artritis, colon irritable, estreñimiento, abortos, infertilidad y menopausia precoz”, entre otros.
En términos generales el siguiente cuadro no pretende ser completo pero es un buen inicio para el consumidor que padece ó desconfía que padezca de enfermedad celiaca. Se indican alimentos permitidos y no permitidos para su consumo:
Otros Especias, colorantes, levadura, bicarbonato, polvo para hornear, vinagre de arroz y vino (balsámico). Vinagre blanco, extractos de alcohol, de carne, de soya, catsup, curry, chicles.


 

ASPECTOS PARA TENER EN CUENTA
Cuando se sospeche que existe enfermedad celiaca, comúnmente una biopsia intestinal permite hacer un diagnóstico definitivo.
Cuando a un niño se le llena el cuerpo de vesículas y úlceras se le deben hacer exámenes para determinar si se trata de enfermedad celiaca.
Martin F. Kagnoff, M.O., de la Universidad de California en San Diego, afirma que la herencia es un factor crucial en el desarrollo de esta enfermedad. También sostiene que el esprúe a veces se contrae en la infancia pero se desvanece en la adolescencia, y que en algunos casos vuelve a aparecer en la tercera o cuarta década de la vida. Entre los factores que pueden desencadenar la enfermedad celiaca están estrés emocional, trauma físico, infección viral, embarazo o cirugía.
La deficiencia de vitamina K producida por la enfermedad celiaca puede conducir a hipoprotrombinemia (falta de factores de coagulación en la sangre). Las bacterias “amigables” del intestino producen una forma de vitamina K; otra forma de vitamina K se encuentra en algunos alimentos, especialmente en vegetales hojosos, alfalfa, tomate, fresa, granos enteros y yogur. Las bacterias del yogur y el acidophilus ayudan a restablecer la flora intestinal necesaria para la producción de vitamina K.
Un informe publicado en la revista médica inglesa The Lancet se refirió a una posible relación entre la enfermedad celiaca y la epilepsia. Teorías sobre la relación entre las dos enfermedades postulan que el gluten del trigo produce sustancias parecidas a las endorfinas que podrían afectar al metabolismo cerebral. Otra posibilidad es que la enfermedad celiaca aumente la permeabilidad intestinal, lo que a su vez facilita la absorción de sustancias que podrían afectar a la química del cerebro.
Por la deficiencia de lactasa que produce la enfermedad celiaca, puede ser necesario retirar de la dieta la leche y los productos a base de leche.
Se ha observado que la esquizofrenia es más frecuente entre las personas que sufren de enfermedad celiaca.
CONCLUSIÓN
Al escribir este documento, resultado de una amplia investigación, fue asumida una postura imparcial, mostrando cómo se presenta la etiología de la enfermedad, cómo se diagnostica y cómo de manera convencional se pretende tratar.
Por supuesto que no estamos de acuerdo con la biopsia para el diagnóstico, pero aceptamos tomar las pruebas serológicas (IgA). Recomiendo la prueba de excluir todos los alimentos con gluten (pan, galletas, pastas) y verificar la mejoría; practicar yoga; hacer el ritual de purificación ayurvédica todas las mañanas tal como se enseña en Centro Ayurveda.
Ayurveda, que literalmente significa "conocimiento de la vida", es la ciencia médica tradicional de la India. Ayurveda entiende que la enfermedad es el resultado final y natural de la desarmonía con nuestro medio ambiente. Para crear un estado de salud óptimo en nuestros cuerpos y mentes, es necesario volver a restablecer la armonía y el equilibrio. Si bien los métodos ayurvédicos utilizan muchas terapias incluyendo hierbas, dieta, aromaterapia, cromoterapia, mantras, yoga, la meditación y el asesoramiento de estilo de vida general, uno de los tratamientos más profundos es panchakarma.
Panchakarma es la forma tradicional de la desintoxicación del cuerpo y la mente, lo que facilita el rejuvenecimiento. Se ha utilizado durante miles de años como un método para mantenerse sano, joven y vital.
Según el Dr. Deepak Chopra MD, "El valor de panchakarma es que ofrece un tratamiento sistemático para desalojar y lavar las toxinas de todas las células, utilizando los mismos órganos de eliminación que el cuerpo naturalmente emplea: glándulas sudoríparas, vasos sanguíneos, las vías urinarias y los intestinos".
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