lunes, 7 de septiembre de 2015

YOGA Y RESPIRACION PARA EMBARAZADAS: CENTRO DE YOGA Y RELAJACION MAITREYA-ALCORCON



El Yoga facilita el encuentro con la vida. Los procesos de gestación son procesos naturales y que si se viven en conciencia genera una conexión que se antoja necesaria con el ser que crece en el interior. La meditación, las asanas, la relajación y sobretodo la respiración nos conectan con nuestra química interna. Aquí se detallan algunas de las posturas y las técnicas que se deben prestar especial atención en los periodos de gestación.
Preparación para el parto
La práctica de Yoga en el embarazo te ayuda a tener el control sobre tu cuerpo, lo que de otro modo es posible que no se hubiese conseguido. No es fácil relajar los músculos cuando se siente dolor y a menudo es dificil respirar cuando el cuerpo está bajo tensión, pero el Yoga ayuda instintivamente a abandonarse y relajarse cuando se debe, y a trabajar con el cuerpo y la gravedad para cuando se deba dar a luz.
Posturas para el parto
Muchos médicos prefieren a una mujer que dé a luz mientras está tumbada sobre su espalda, ya que esta posición facilita su tarea, pero el parto es más fácil para la madre si la fuerza de la
gravedad “trabaja con ella”. En otras palabras la vagina debería mirar hacia abajo hacia el suelo. Yacer sobre la espalda ejerce presión sobre los grandes nervios de la columna, causando gran parte del dolor implicado en el parto y sobre los vasos sanguíneos que suministra al útero y la placenta, disminuyendo así el flujo de sangre. Una de la posturas más naturales para dar a luz es ponerse en cuclillas y apoyándose, pero el arrodillarse a cuatro patas como en la postura de estiramiento del gato es otra opción. Al principio del parto la posición de Mariposa o simplemente sentarse con las piernas cruzadas puede resultar muy cómodo. Es importante tener movilidad hasta las etapas finales del parto. 


1 Postura en cuclillas apoyándose en la pared.
2 Bidalasana. Alivia la presión que ejerce el útero sobre la región lumbar y el suelo pélvico permitiendo que la sangre circule.
3 Bhadrasana o Baddha Konasana. Involucra los músculos de los muslos, abre la pelvis, fortalece los músculos de la espalda, ayuda a eliminar dolores lumbares, mejora la circulación sanguínea, alivia el dolor en el coxis y es especialmente beneficiosa para las mujeres embarazadas, porque fortalece el aparato reproductor y urogenital. En esta posición, las rodillas se doblan en un ángulo agudo y luego se bajan al suelo. Los pies se juntan cerca del perineo y se cogen con las manos. Se puede realizar Bhadrasana varias veces y en cualquier momento del día. Hay que aprender a permanecer en ella el mayor tiempo posible. La única contraindicación es en caso de graves traumas de rodilla.


 

La respiración durante el parto
La respiración ayuda a controlar el dolor y si es correcta le beneficiará enormemente durante el parto. En la primera fase, cuando comienzan las contracciones se debe buscar una posición que sea naturalmente cómoda y concentrarse en la respiración y en exhalar imaginándose que se expulsa toda su tensión y dolor.

Cuando comienza una contracción, se inhala con una larga y lenta inspiración, después se exhala tan lenta como sea posible hasta que la contracción haya terminado. La contracción será como una ola alcanzando su cresta y luego alejándose. No se debe intentar anticipar a la siguiente contracción. Se mantiene la mente centrada en lo que está pasando en el momento presente  e intentar armonizarse con él.
Realizar un ruido durante el parto puede ser beneficioso, ya que ayudará también a aliviar el dolor. No se debe inhibirse. Cuando se abre la mandíbula para que salga el sonido, la vagina se relajará, pero apretar los dientes tendrá el efecto de tensar los músculos cervicales.. Balancearse de forma suave y rítmica de un lado a otro, o mecerse adelante y atrás también ayuda a relajar los músculos abdominales y reducir el dolor . Durante todo el parto se debería asegurarse de que el cuerpo esté en la posición más cómoda posible. Se puede tumbar y poner la música de relajación que hay después de una clase de Yoga, puesto que el cerebro está preparado para relajarse bajo estas condiciones.
La respiración en una clase de Yoga para embarazadas

En el Yoga, la práctica de diferentes ejercicios respiratorios se denomina Pranayama. Antes de aprender cualquier forma de respiración yógica, el primer paso es cómo respirar correctamente. Hay muchos tipos de ejercicios respiratorios en Yoga. Éstos de a continuación son seguros de practicar mientras se está embarazada. Sin embargo, no se debe contener el aliento durante el embarazo, ya que el feto necesita oxígeno en todo momento.
Respiración correcta
Túmbese boca arriba en una colchoneta de yoga o toalla en las rodillas flexionadas tocándose y los pies más separados que las caderas (A medida que vá avanzando en su embarazo coloque un cojín como refuerzo bajo sus rodillas para mayor comodidad). Cuando está aprendiendo a respirar adecuadamente, tumbarse le permite al cuerpo relajarse. Flexionar las rodillas asegura que el diafragma esté en una posición relajada y permitir que las rodillas se toquen libera cualquier tensión de la columna lumbar. Si su barbilla tiende a apuntar hacia el techo, provocando que las vertebras se contraigan, coloque un cojín debajo de la cabeza. Compruebe que sus dientes no estén apretados y que su lengua esté esponjosa en la base de la boca, no adherida al paladar. Asegúrese de no pasar frío, ya que es difícil relajarse cuando el cuerpo está frío. Cúbrase con una manta si fuese necesario.
 

Para  comenzar no haga nada excepto observar la calidad de su respiración mirando si es suave, regular y constante. No altere su respiración, sólo obsérvela. Compruebe a qué parte de los pulmones fluye el aire.
Coloque sus manos ligeramente sobre su abdomen, inhale a través de su nariz y lleve el aire conscientemente a la zona de debajo de las manos, permitiendo que se alejen suavemente la una a la otra. Este no es un movimiento del brazo, deje que la respiración se mueva con las manos. Se realiza 10 respiraciones largas y controladas, inhalando y exhalando por la nariz. Colocamos nuestras manos más arriba de tal manera que los dedos corazón se toquen justo debajo del pecho. Realice 10 respiraciones más, de nuevo guiando de manera consciente debajo de las manos. No debería haber tensión en los brazos, las manos o los hombros. Ahora mueva las manos a la zona superior del pecho, pero debajo de las clavículas, y repita las 10 respiraciones. Fíjese en como se siente cuando el aire fluya en cada una de las partes de los pulmones. Permite que el cuerpo recupere su ritmo habitual durante un rato y simplemente relájate. Coloca los brazos a lo largo del cuerpo y con manos con las palmas de la mano mirando hacia arriba.
A continuación realiza una respiración larga, lenta y controlada, llenando primero la base, luego la zona media y después la zona superior de los pulmones. Exhale, vaciando la zona superior de los pulmones, después la zona media y finalmente la base. Repite 10 veces y permite que el cuerpo  adopte su ritmo de respiración natural.
Cuando se realice este ejercicio, no tensar los hombros, brazos o mandíbula. El ejercicio debería ser sereno y sin esfuerzo. Asegúrese simepre de exhalar un poco más de lo que inhala para evitar la hiperventilación (mareándose o aturdiéndose).
Respirar así puede resultar un poco extraño cuando comience a practicar esta respiración por primera vez, pero hay que tener presente que respirar es tan vital para el feto como para la madre. Con la práctica, la respiración correcta y regular se convertirá en una segunda naturaleza y te será de gran utilidad durante toda vida.
El control de la respiración será su mayor ayuda mientras da a luz. Una respiración correcta se vuelve fácil y cómoda, practicándola mientras conduce, viaja en metro, ve la televisión o espera la cola del supermercado. Si no tiene tiempo para una sesión completa de yoga durante el día, al menos practique la respiración correcta.



Puedes encontrar la entrada original de este artículo en el blog ‘Yoga y naturaleza’.
Fuente –> “Yoga para embarazadas”, de Amber Land. Editorial Edimat. Año 2003.